El uso de drones está creciendo por todo el Uruguay , tanto para uso recreativo como comercial. En este último caso, quienes utilizan estos vehículos aéreos no tripulados deben obtener el permiso correspondiente de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia).
Uno de los socios fundadores de MiHalcón, Ángel Bertolotti, dijo que: "Este servicio va a ser brindado a través de empresas de seguridad. Los primeros se van a aplicar a predios industriales y barrios privados, pero pueden tener otros usos que se irán viendo con el tiempo", indicó.
Esta habilitación especial permite que los drones desarrollados por esta compañía vuelen en la noche, sean manejados por un software y el vuelo pueda ser modificado en cualquier momento por el operador.
Los drones realizarán rutinas de vuelo que transmiten y graban imágenes en video de alta calidad en tiempo real. Los vuelos se realizan sobre propiedades, con previa configuración para establecer una rutina de vuelo y cubrir todos sus ángulos y sectores, ya sea una residencia particular, un barrio privado, un predio industrial o un parque logístico.
Bertolotti comentó que las industrias invierten mucho dinero en seguridad y el dron es un "buen complemento".
El cofundador de la compañía dijo que "Estimamos que en dos o tres meses estará disponible para los usuarios".
Otro posible mercado a explotar por la iniciativa es el de extranjeros con casa en Uruguay. "Apuntamos a quienes viven en Buenos Aires y tienen su casa en Punta del Este, por ejemplo, que van a poder supervisar cuando suene la alarma o cuando quieran chequearla".
En el mercado local hay entre 20.000 y 25.000 drones, entre los que se incluyen los equipos de juguete y su aumento crece exponencialmente.
Los precios de los drones varían entre US$ 35 y US$ 230, según las prestaciones, y los equipos profesionales pueden superar los US$ 50.000.
