La migración irregular de menores en América Central hacia México y Estados Unidos es un drama de grandes proporciones que pone en riesgo a los niños y familias pobres, que contraen enormes préstamos para financiar la esperanza de una vida mejor para sus hijos en Norteamérica.

Lo subraya un informe de Unicef, que explica cómo en la mayor parte de los casos los niños que son devueltos a sus países de origen -El Salvador, Guatemala, Honduras- no pueden volver con sus familias por la extrema pobreza que estas sufren, imposibilitadas de devolver el préstamo recibido y por lo tanto sin dinero, a menudo sin casa y ni siquiera capaces de aprovisionarse con los bienes esenciales. El Salvador, Guatemala y Honduras están entre los países más pobres de América: respectivamente el 44, el 68 y el 74 por ciento de los niños de estas naciones viven en la pobreza.

Estos niños "víctimas de la pobreza, de la indiferencia, de la violencia de la migración forzada y el rechazo" -explicó María Cristina Perceval, responsable regional de Unicef en América Latina y el Caribe- se vuelven así el objetivo las de bandas que cunden en sus países de origen. Los niños son reclutados, o bien terminan abusados o muertos. Esta situación "imposible" los lleva a intentar migrar nuevamente. Entre 2016 y el pasado abril, refiere el informe de Unicef, fueron 68.409 los niños migrantes detenidos en los centros de México, y el 91 por ciento fue detenido luego hacia los países de América Central. Además en los primeros seis meses de 2018 fueron 24.189 los niños y mujeres expulsados de Estados Unidos y México.

"La detención y la separación de los familiares, para los niños -agregó Perceval- es una experiencia altamente traumática que daña su futuro desarrollo". Para quien es devuelvo a su país, como explica Unicef, no está solo la violencia de la que intentó huir, sino también la estigmatización de la comunidad por su fallido intento de vivir en México y en Estados Unidos. Un sello que hace aún más difícil para los adultos hallar trabajo y para los niños reINSERT IGNOREarse. Por lo tanto Unicef, para pedir el interés de los menores migrantes, pide a los Estados "mantener reunidas a las familias, adoptar medidas alternativas a la detención y velar para que la expulsión se realice con la protección y el apoyo necesarios".