Laurea honoraria, con el tradicional sombrero negro, para Griffin, un golden retriever de 4 años que asistió a la veinteañera Brittany Hawley en sus estudios para acceder a un master en terapia ocupacional en la Universidad Clarkson, de Nueva York.

En la ceremonia se halla a su lado para recibir un diploma 'ad honorem' por haber "demostrado un esfuerzo extraordinario, un compromiso constante y una dedicación total por el bienestar y el éxito de la estudiante", se lee en el texto del reconocimiento. "Insistí para que se diplomara también a Griffin pues desde el primer día hizo todo lo que yo hice", explicó la joven, que utiliza una silla de rueda para desplazarse y sufre dolores crónicos.

El perro la ayuda a abrir puertas, encender las luces y le trae los objetos que ellos le indica con un apuntador láser. Pero lo más importante es la cercanía, el amor, y el confort que Griffin le ofrece día a día entre los dolores sin tregua que causan depresión y ansiedad. Cada vez que Brittany Hawley iba a clase, Griffin estaba con ella. Y así hizo su práctica en Fort Bragg, Carolina del Norte, donde ayudaba a los soldados con discapacidad.

"Mis pacientes decían que sus terapeutas eran Brittany y Griffin'", narró la muchacha. El can llegó gracias al programa "Paws4prisons" que enseña a detenidos en las prisiones de Virginia del Oeste a adiestrar y colocar a los canes que asisten a personas como Hawley.