Un soldado argentino gravemente herido en una batalla durante la Guerra de Malvinas (1982), el casco que la salvó la vida y un coleccionista británico que le puso precio y hoy lo vende en eBay.

Son los tres protagonistas de una historia, que hoy reporta el portal argentino Infobae, aún viva cuando ya pasaron treinta y siete años del conflicto argentino-británico en el Atlántico Sur.

El casco en centro de la subasta vale hoy 10.500 libras (13.000 dólares) o más, según lo que algún comprador quiera pagar. El propietario se llama Bruce o "blackrottie", su "alias" de vendedor en el portal de subastas: lo compró hace años por 800 libras y hoy no está dispuesto a vendérselo a Jorge "Beto" Altieri, el soldado argentino que lo usó en la guerra y quiere recuperarlo.

Altieri, que está vivo gracias al casco, quiso comprarlo ya la primera vez que se remató el casco, 30 años después de la guerra, pero su oferta fue ampliamente superada por la de Bruce.

El veterano de Malvinas cuenta por qué es un objeto esencial para él: "Perdí tejido de la parte izquierda de mi cerebro que contiene los circuitos de conducción del brazo, la pierna y el habla. También perdí mi ojo izquierdo. Tengo una prótesis ahora", dijo a Infobae.
La conexión es indudable: él mismo escribió con un bolígrafo dentro del casco su nombre, "Beto Altieri". "Querría pagar por el casco lo que el coleccionista pagó en la primera subasta, alrededor de unas 800 libras. Me sorprende el precio que tiene ahora", explicó.
Pero Bruce, que fue contactado por el portal, no está dispuesto a ceder. Porque -según dijo- "un casco de la Segunda Guerra Mundial por sí solo, sin nombre, se ha rematado hace poco tiempo en 55 mil libras". "Los objetos de colección de la guerra de Malvinas tienen un precio infinitamente menor, pero este caso es especial. Combina la historia del soldado, el hecho de que esté vivo y tenga su nombre, y que la batalla de Monte Longdon haya sido la más importante para el Regimiento De Paracaidistas III británico", agregó.

No es un detalle pequeño, además, que el casco aún muestre claramente las perforaciones causadas por las balas que hirieron a Altieri. Y aunque al exsoldado argentino le dijeron que si se encuentra un objeto de guerra y su propietario aún vive los convenios internacionales dicen que hay que devolverlo, al parecer eso no ocurrirá.
"El casco me salvó la vida -dijo Altieri- pero las consecuencias de las heridas me recuerdan la guerra cada día de mi vida". Solo hace siete años supo que su casco se remataba en Londres, y fracasó en su intento de comprarlo.

"Resultó ser el mismo hombre que lo vende hoy. Nunca me lo quiso devolver y eso que yo no quería que me lo regalara. Pero para mí era y es muy importante. Es el casco que me salvó la vida, que me permitió formar una familia, que me permitió caminar por el país hablando con cada uno de los que estuvo en Malvinas", concluyó.