Naciones Unidas (ONU) informó hoy que más de 60.000 personas se fueron de Nicaragua en el último año por la crisis, la mayoría de las cuales ingresaron en la vecina Costa Rica.

Organismos de derechos humanos estiman que entre 50.000 y 80.000 personas huyeron de Nicaragua bajo amenazas, persecución y desempleo, en el contexto de las protestas antigubernamentales iniciadas el 18 de abril de 2018.

La represión a las manifestaciones por el gobierno del presidente Daniel Ortega hundió al país en una grave crisis política y económica que persiste un año después, y en la que más de 325 personas murieron.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estimó en 62.000 las personas que huyeron a países vecinos, más de 55.000 ingresaron en Costa Rica. ACNUR indicó que la gente cruzó las fronteras por sectores no controlados "para evitar ser detectados, muchas veces caminando durante horas por terrenos difíciles, expuestos al calor, la humedad y los riesgos de malaria".