La posibilidad de que los laicos casados puedan convertirse en sacerdotes, en condiciones especiales, está expresada en el documento de trabajo sobre el que se centrará el Sínodo de la Amazonía, que tendrá lugar en el Vaticano, del 6 al 27 de octubre próximo. Ya en enero, al regreso de su viaje apostólico a Panamá, el papa Francisco se había abierto oficialmente hacia el "viri probati" (hombres casados, de vida cristiana, Ndr).

Ahora, las 59 páginas que componen el "Instrumentum Laboris", pone blanco sobre negro. Se trata de un texto que recoge preguntas sobre cuáles serán los caminos a seguir por la Iglesia en aquella zona del mundo, ya sea desde el punto de vista pastoral como del compromiso real por el clima o para enfrentar la pobreza. "Afirmando que el celibato es un don para la Iglesia -indica el documento-, se solicita que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de ordenación sacerdotal de ancianos, preferiblemente indígenas, respetados y aceptados por su comunidad, si bien puedan tener una familia constituida y estable". El texto explica que esto es necesario para hacer frente a la "falta de sacerdotes" en las zonas más remotas de la región donde "las comunidades tienen dificultades para celebrar frecuentemente la Eucaristía".

"Por ello -prosigue el Instrumentum Laboris-, en lugar de dejar a las comunidades sin Eucaristía, se deben modificar los criterios de selección y preparación de los ministros autorizados a celebrarla". El documento da cuenta, también, de la "contribución decisiva" de las "vocaciones autóctonas de hombres y mujeres", capaces de dar "impulso a una auténtica evangelización desde el punto de vista indígena, según sus usos y costumbres". "Se trata de indígenas que predican a los indígenas con un profundo conocimiento de su cultura y de su lengua, capaces de comunicar el mensaje del Evangelio con la fuerza y la eficacia de quien tiene su bagaje cultural".

Un rol decisivo se les confía también a las mujeres, cuya presencia, "no siempre es valorada", dice el texto, que invita a "garantizar a las mujeres su liderazgo, a la vez que espacios cada vez más amplios y relevantes en el campo de la formación: teológica, catequística, litúrgica y política". Y no es casual que, por primera vez en la historia, cuatro de ellas participarán en el Sínodo y otras -al menos unas 20 entre religiosas y laicas- serán oyentes durante la asamblea de octubre.

En el capítulo dedicado a la "organización de las comunidades" se propone también "identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a las mujeres, teniendo en cuenta el rol central que ellas desempeñan en la Iglesia amazónica". "El documento tiene el objetivo de presentar la situación pastoral de las iglesias locales y de abrir nuevos caminos para una evangelización más inclusiva", explicó hoy en conferencia de prensa el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos. Agregó que, también, "propone una reflexión sobre la problemática ecológica, algo que le interesa a la región, para promover una ecología integral, según la Encíclica Laudato si'", del papa Francisco.

DOMENICO PALESSE