La celebración de San Francisco 2019, que tendrá lugar el próximo 4 de octubre, ya empieza a palpitarse con una carta de los líderes de la Orden de los Frailes Menores titulada "Escuchar el grito del Amazonas". La fiesta se hará en la antevíspera del Sínodo de los Obispos para la Región Pan-Amazónica, que impulsa el papa Francisco. El estímulo del ministro general, padre Michael A. Perry, y el de los miembros del Definitorio general a los miembros de la Orden franciscana, es para prestar especial atención a la grave situación del "pulmón del planeta", amenazado "por la destrucción y la explotación ambiental, por la sistemática violación de los derechos humanos fundamentales de la población".

El Amazonas, gracias al "Laudato sì" del Papa, es un campo de estudio y posibles nuevas decisiones de la Iglesia, que se reúne en el Vaticano en forma de asamblea sinodal. "La Iglesia sigue siendo una voz profética en la Amazonía -se lee en la Carta-. Nos gustaría enviar un agradecimiento especial a los hermanos de nuestra Orden que actualmente viven y trabajan en la Amazonia de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela" Al mismo tiempo, "pedimos a todos los hermanos de la Orden que sean sensibles al clamor de la Amazonia para defender la vida, la dignidad y los derechos de los pueblos amazónicos y que también que sean una Iglesia cada vez más presente, con el rostro misionero amazónico, un Iglesia profética que enfrenta los desafíos de hoy".

"A todos nosotros que vivimos lejos del Amazonas", escriben los líderes de los Frailes Menores, "llega un llamado importante sobre lo que proviene de esa área. La búsqueda y extracción de oro de ríos y otros lugares, produce destrucción continua y contaminación del medio ambiente". "Lo mismo sucede con la madera -prosiguen-, extraída ilegalmente del bosque, que pasa por rutas de corrupción y luego llega al mercado internacional 'legalizada'. En el silencio también está la 'biopiratería' que sustrae varios productos y especies de plantas y animales a la naturaleza, junto con el conocimiento milenario de los pueblos amazónicos. Muchos otros productos son exportados como mercancías, cuya producción requiere la erradicación completa del bosque". El atractivo de los pueblos amazónicos "afecta directamente las acciones vinculadas a la ecología". Todo, sin embargo, puede explicarse mirando el Instrumentum Laboris del Sínodo y el "Laudato Sì".

"Debemos recordar que, "para promover una ecología integral en la vida cotidiana del Amazonas, también es necesario comprender la noción de justicia y comunicación intergeneracional, que incluye la transmisión de experiencias ancestrales, cosmologías, espiritualidades y teologías de los pueblos indígenas, en torno al cuidado de la Casa Común". "La responsabilidad por la 'casa común' debe basarse en el amor por las generaciones futuras y debe ser una mirada diferente, un pensamiento, una política, un programa educativo", enfatizan los frailes". Es a partir de la "dimensión misionera de nuestro carisma que nos empuja hacia la salida hacia nuestros hermanos y hermanas del mundo entero, predicando con nuestra forma de vida y acción a favor de la reconciliación, la paz, la justicia y el respeto por la creación". Todo esto implica "hoy más que nunca en el contexto de la crisis climática y la crisis migratoria en la que vivimos, y la Iglesia nos invita a no ser indiferentes". La Carta invita así "a buscar, junto con la Iglesia, entrar en un proceso de conversión ecológica personal y comunitaria".