Las gigantescas puertas del Baptisterio de Florencia, que hace casi 30 años fueron separadas para ser restauradas, están nuevamente juntas. De casi cinco metros de altura por tres de ancho cada una, estas obras maestras de bronce y oro fueron realizadas entre 1330 y 1452. Ya no serán visibles en su ubicación original por evidentes motivos de custodia (en su lugar hay copias fieles), sino en el Museo de la Obra de Santa Maria del Fiore, conjunto del que forman parte también el Duomo, la Cúpula de Brunelleschi, el Campanil de Giotto y el Baptisterio. Desde el 9 de diciembre se las podrá admirar, una junto a la otra, en la Sala del Paraíso del museo: aquí ya se custodiaban las dos realizadas por Lorenzo Ghiberti, la puerta del Paraíso -la más reciente y famosa, cuyo nombre se lo habría dado Miguel Angel por su bellezay la Norte.

Ahora llegó al museo también la puerta Sur, la más antigua, obra de Andrea Pisano que fue discípulo y colaborador de Giotto, una vez terminada la restauraLas puertas del Baptisterio de Florencia ción como con las otras dos puertas. El trabajo fue realizado por el Taller de las Piedras Duras y financiado con un millón y medio de euros por la Obra de Santa Maria del Fiore. Con el "regreso" de la puerta Sur cierra una campaña de restauraciones iniciada ya en 1978, con el comienzo de los primeros cuidados para la puerta del Paraíso (concluidos solo en 2012 por la complejidad de la intervención), la primera removida en 1990 de su ubicación original.

Hicieron falta tres años en cambio para la puerta Sur, como ya había ocurrido para la Norte, para devolver a la luz lo que queda del bellísimo dorado -en la parte inferior por ejemplo algunos relieves se consumieron por el contacto con las manos- y los maravillosos detalles de las partes escultóricas realizadas con un cuidado tan apasionado que los hacen parecer una "plegaria". El portal recién restaurado fue realizado por Andrea Pisano entre 1330 y 1336: se compone de 28 placas, entre ellas 20 con episodios de la vida de San Juan Bautista y ocho con figuras emblemáticas, intercaladas con 74 frisos.

Se admiran asimismo 48 cabezas de león, símbolo de Florencia, una de las cuales se perdió en el aluvión de 1966 que causó daños gravísimos a los tres portales del "Bel San Giovanni", como Dante llamaba al Baptisterio de Florencia. Después de la puerta Sur, a Andrea Pisano se le encargaron las principales empresas escultóricas florentinas del siglo: muerto Giotto, sería el encargado de llevar adelante los trabajos del Campanil, del que realizó -con ayuda de colaboradores- ocho de las grandes estatuas y 48 de los 52 relieves. Los originales también serán expuestos en el Museo de la Obra.