Las autoridades curdo-sirias anunciaron hoy una amnistía para miles de detenidos, miembros de medio y bajo rango del Estado Islámico (ISIS), que llevaban al menos dos años detenidos en prisiones del noreste de Siria. La zona está bajo control de las fuerzas curdo-sirias apoyadas por la coalición contra el EI liderada por Estados Unidos. "Numerosos detenidos del norte y noreste de Siria serán liberados y sus penas serán reducidas en virtud de una amnistía general", indicó un comunicado. Ese perdón, añade, "prevé excepciones para asegurar el respeto de la seguridad en la región y garantizar el derecho de las víctimas de recibir justicia".

Según las autoridades curdo-sirias, en las cárceles administradas por ellos hay al menos 19 mil detenidos, en su mayoría exmiembros del Estado Islámico. De ellos, 12.000 son sirios, 5.000 iraquíes y otros 2.000 de 55 países distintos. Solo los 12.000 sirios se verán beneficiados por la amnistía. El texto indica que, en especial, serán puestos en libertad "los detenidos que tienen penas menores, los afectados por enfermedades incurables y los prisioneros mayores de 75 años". A los que tienen penas más graves se les reducirá la condena a la mitad y quienes hayan sido condenados a cadena perpetua tendrán una reducción a 20 años de cárcel. También los fugitivos podrán beneficiarse de la amnistía, si se presentan en un período no mayor a dos meses. Están excluidos de este beneficio los culpables de "espionaje, traición, crimen de honor, tráfico de drogas y dirigentes de organizaciones terroristas, como ISIS", indica el comunicado.

En cambio, concluye, que serán liberados "miembros del ISIS de medio y bajo rango si tuvieron buena conducta". Después de haberse apoderado del tercio nororiental de Siria en casi una década de conflicto y de contribuir directamente a la derrota de los yihadistas de las fuerzas del Califato en marzo de 2019, el Frente Democrático Sirio (FDS, alianza liderada por las milicias kurdas) ha tenido que hacerse cargo de centros de detención superpoblados. La mayoría de los países se han negado hasta ahora a repatriar a sus nacionales alegando razones de seguridad a causa del retorno de civiles altamente radicalizados tras más de cinco años bajo el Califato. Miles de excombatientes del Estado Islámico, mientras tanto se encuentran encarcelados en prisiones bajo control del FDS.