Los envíos provienen de Suiza (las drogas) y Estados Unidos (las armas) y pretendían ser introducidos al Uruguay de forma ilegal por el aeropuerto de Carrasco.

Las anfetaminas llegaron ocultas en 70 paquetes de chocolate en un cargamento llegado desde Suiza, y se pretendía ingresar más de 20.000 pastillas de éstos estupefacientes que en el mercado local alcanzarían un valor millonario.

Desde Estados Unidos, por su parte,  se decomisaron cuatro kits para convertir pistolas en ametralladoras Uzi de última generación, de origen israelí y que alcanzan un valor de unos 6.000 dólares.

Las autoridades investigan el destino de estos envíos.