El proyecto de nueva Constitución en Cuba contiene "compromisos" económicos con perfil político como el reconocimiento de un sector privado y su enriquecimiento lícito, la inversión extranjera y algunos cambios políticos concretos. La Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) aprobó el fin de semana el proyecto, que a partir de ahora será analizado en asambleas de la población y finalmente quedará aprobado con un referendo, según se anunció of cialmente.

Los asuntos que cambian en la Magna Ley cubana no son pocos ni superficiales, pero están condicionado a conceptos fundamentales políticos, como son el sistema socialista que es irrevocable a partir de otro proceso que se desarrolló bajo la presidencia del hoy fallecido Fidel Castro, y una constante de casi 60 años en la isla, el "no retorno al capitalismo". Las regulaciones del sector privado o "cuentapropista", también llamado "no estatal", han cambiado, aunque no serán vigentes hasta fines de este año.

Por decisiones de las autoridades no relacionadas directamente con lo aprobado en la nueva constitución los privados cubanos no podrán tener dos negocios. Un punto muy controlado serán los impuestos y el llamado enriquecimiento de los dueños de negocios.
El proyecto de Constitución no obstante hace aclaraciones sobre el "enriquecimiento" que en Cuba puede decirse que es un asunto "económico-político" por estar directamente vinculado a la ideología.

El diputado Homero Acosta Álvarez, abogado, profesor universitario y político explicó a la prensa que la riqueza que puedan lograr los cuentapropistas "resultó particularmente debatido" en las sesiones sobre el proyecto constitucional. Ante el parlamento estimó que "no se puede proscribir la riqueza, lo cual se vincula con la prosperidad individual y colectiva". Pero no se aceptarán para ello ilegalidades. Por su parte La contralora de la República Gladys Bejerano dijo que "como a todos los cubanos me hiere el enriquecimiento indebido. No nos la stima que alguien con su esfuerzo, capacidad y energía prospere económicamente".

Estos conceptos hicieron más clara la realidad de que el sector privado "volvió para quedarse" a la isla, algo que no estaba previsto en la Constitución actual hecha en 1976 con exclusividad en la propiedad económica estatal. Ello coincide con la actitud gubernamental actual cubana sobre las inversiones extranjeras que ahora considera como imprescindibles para el desarrollo de la economía, tensa aún por cierto, según advirtió en un discurso el presidente Miguel Díaz-Canel. En el plano enteramente político los diputados suprimieron del proyecto una línea que subraya en la actual "el avance hacia la sociedad comunista".

"Ello no signif ca una renuncia al socialismo ni a su desarrollo" opinó un periodista de la prensa estatal en una respuesta a ANSA. "Significa que se ha ganado en realismo", explicó, al referirse al comunismo con un estadio "ideal". La nueva ley, de aprobarse como está en el referendo popular, también limitará los períodos en cargos gubernamentales a dos de cinco años. También habrá una modificación en la edad en la cual un presidente podrá ser elegido.