El número de activistas ambientales asesinados en el mundo se duplicó en los últimos 15 años, con una gran cantidad de víctimas entre los pueblos indígenas, así como activistas comunitarios, abogados y periodistas. Lo informó un estudio de la Universidad de Queensland, Australia, realizado en nombre del grupo ambiental internacional Global Witness, según el cual al menos 1.558 personas murieron entre 2002 y 2017 mientras actuaban como "defensores ambientales". Según los datos, alrededor de dos personas murieron cada semana mientras participaban del activismo ambiental en 2002, llegando a alrededor de cuatro por semana en 2017.

El estudio, guiado por Nathalie Butt de la Escuela de Ciencias Biológicas de la misma universidad, apuntó el dedo sobre la competencia por los recursos naturales y la corrupción generalizada, como las principales causas del aumento de víctimas. "Hemos tratado de verificar si existe una correlación entre las muertes y la distribución espacial de los recursos naturales, pero la correlación surgió más bien entre las muertes y la corrupción de la legalidad", escribió Butt.

En Brasil se registró el más alto número de muertes hasta el 2017, principalmente relacionadas con actividades de tala en las selvas tropicales del Amazonas y la policía fue implicada en varios asesinatos de defensores del medio ambiente. En 2018, el triste récord pasó a Filipinas, con un aumento del 71% en los asesinatos de defensores del medio ambiente entre 2016 y 2017 bajo la presidencia de Rodrigo Duterte. Y en Camboya hubo muchos ejemplos de personas que intentaban evitar la tala ilegal, asesinados por los militares.