Desde hacía seis días la mujer le daba alojamiento en su casa de Cerro Norte a un conocido de 18 años que se había quedado en la calle y a su pareja ocasional de 35.
El día 12 de este mes una vecina llamó a la dueña de casa que estaba trabajando para avisarle que el joven había sufrido un ataque de esquizofrenia, enfermedad de la que se medicaba, y que las hijas pequeñas de la mujer de 5 y 2 años podían estar en peligro.
La mujer llegó a casa al mediodía y discutió con el joven después de que una de sus hijas le contara que el hombre “le había tocado la cola”. Hubo una pelea, el joven se tropezó y la mujer tomó un cuchillo y lo apuñaló en el corazón.
La víctima logró salir de la casa, anduvo algunos metros herido y cayó muerto en una esquina.
La homicida se presentó al día siguiente en Fiscalía y confesó el crimen, según explicó el fiscal del caso Juan Gómez.
La acusación será por el delito de homicidio, que supone una pena de entre 2 y 12 años de cárcel.
Parece que, contemplando las circunstancias del homicidio, el fiscal pedirá la sanción más baja prevista para ese delito.