La dieta mediterránea, y otras tradicionales del mundo, desempeñan un rol importante contra la mala alimentación, uno de los principales elementos que contribuyen a la malnutrición en todas sus formas y un factor de riesgo para contraer enfermedades. Por ese motivo, estas dietas son sostenidas y difundidas entre las nuevas generaciones, afirmó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Este tema fue central en el encuentro que mantiene en Roma la organización, titulado "Being and Well Being - Traditional healthy diets from the Mediterranean and beyond" (Ser y Bienestar - Dietas saludables tradicionales del Mediterráneo y más allá), segunda cita de la iniciativa "Mediterranean Diet's Principles for Agenda 2030" (Principios de la Dieta Mediterránea para la Agenda 2030), organizada por la representación permanente de la ONU en Roma junto a la FAO.

En el encuentro participaron el director general de la FAO, Qu Dongyu, el vicesecretario general del ministerio del Exterior italiano, Michele Baiano, el secretario general del ministerio de Salud, Giuseppe Ruocco, junto a expertos y académicos del ámbito de la nutrición y de la salud. "Se trata de la segunda cita sobre la dieta mediterránea, que forma parte de nuestra fuerte colaboración con el gobierno italiano", subrayó Dongyu en su intervención. Recordó, además, que "el año próximo será el décimo aniversario de la declaración de la dieta mediterránea como Patrimonio de la Unesco". Tras el seminario de septiembre pasado sobre la dimensión cultural de los alimentos, hoy el tema se refirió a "los aspectos nutritivos de la dieta mediterránea y otras dietas tradicionales en el mundo".

"La FAO, con el gobierno italiano, puede ser más inclusiva, y desea colaborar más con sus países miembros. Pienso que este es un buen modo para promover este acercamiento, explicó Dongyu. "Las dietas mediterráneas e indígenas contienen la sabiduría de nuestros antepasados. Son dietas sanas porque las hemos heredado y, a su vez, las transmitiremos a las generaciones futuras. No tenemos el derecho de detenernos", subrayó el director de la FAO. Asimismo, sostuvo que la organización está comprometida "para eliminar el hambre y la malnutrición en todas sus formas, y las dietas tradicionales e indígenas desarrollan un rol importante en este esfuerzo. Debemos hacer de la preparación tradicional de alimentos el estándar para las nuevas generaciones".

"Promover el conocimiento de los valores y de los principios que están en la base de nuestra cultura alimenticia milenaria es un deber para las generaciones futuras. Lo es por que esto, junto al conocimiento, toca múltiples aspectos de la sustentabilidad relacionados no solo a la comida en sentido estricto, sino con toda la cadena alimenticia", advirtió Dongyu. Concluyó que "esta cadena completa deberá individualizar soluciones concretas para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030".