Luego de 3 años y 4 meses de volar a Cuba, las aerolíneas comerciales estadounidenses tienen prohibido desde hoy conectar el territorio de Estados Unidos con la isla, con la excepción de la capital La Habana. La medida, dictada por el gobierno norteamericano en octubre para entrar en vigor este 10 de diciembre, elimina las rutas desde distintas ciudades de Estados Unidos hacia 9 aeropuertos cubanos, salvo el habanero José Martí. Esos viajes eran cubiertos por las compañías American, Delta y JetBlue desde que en agosto de 2016 una aeronave de esta última empresa aterrizó en la provincia de Villa Clara, en el centro de Cuba, tras partir de Fort Lauderdale, Florida. Ese hecho marcó el restablecimiento de los vuelos regulares directos entre ambas naciones luego de una interrupción de 55 años como parte del embargo económico, comercial y financiero impuesto por el país norteño contra la isla en octubre de 1960. La reanudación del tráfico aéreo de pasajeros fue resultado de los acuerdos logrados por Cuba y la anterior administración norteamericana del presidente Barack Obama para la normalización de las relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014. La cancelación de los vuelos forma parte de una cadena de medidas restrictivas dictadas por la Casa Blanca con el argumento de que Cuba viola los derechos humanos y además ayuda al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela, país donde Washington busca "un cambio de régimen". Varios sectores de la comunidad cubana en la Florida, que alcanza más de un millón de personas, criticaron la nueva medida, la cual recrudece la limitación de los viajes a Cuba y se suma a otras como la limitación a los envíos de remesas a sus familiares en la isla y al atraque de cruceros en puertos cubanos. Sin embargo, para quienes impulsan las sanciones contra Cuba, la prohibición de los vuelos a partir de hoy representa un "sacrificio" para poder afectar los ingresos del gobierno cubano provenientes del turismo y la visita de extranjeros. Al comentar la nueva restricción, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló que "el gobierno de Estados Unidos escoge el Día de los Derechos Humanos para iniciar la prohibición de los vuelos a Cuba, excepto a La Habana". Pese al proceso de acercamiento registrado con Obama, Estados Unidos mantuvo la prohibición a los norteamericanos de viajar como turistas a la isla, aunque fueron establecidas 12 categorías que permitieron visitar el país caribeño a más de 600 mil estadounidenses cada año y unos 500 mil cubano-estadounidenses entre 2017 y 2018, según datos de la prensa local.