Quince obras maestras recuperadas gracias a la acción italiana, entre ellas un relieve de Palmira, obras renacentistas, antiguas ánforas y un código miniado se exhiben en la sede de la ONU en Nueva York. La muestra, llamada "El arte de salvar el arte", cuenta con la organización de los Carabineros, el ministerio de Exteriores italiano y el ministerio de Bienes Culturales y Turismo, en ocasión de los 50 años del Núcleo para la Tutela del Patrimonio Cultural de los Carabineros y los 75 años de la ONU.

"Estamos frente a una serie de desafíos que ponen en peligro los esfuerzos para proteger nuestro patrimonio en común, desde la crisis climática a los desórdenes civiles, de los conflictos armados al terrorismo", dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, con el trasfondo de la tensión en curso en Medio Oriente.

Sostuvo que, sin embargo, un aspecto común de la solución es "la cooperación internacional". Guterres de este modo rindió homenaje a Italia por la protección de la cultura.

"Comenzamos un año importante como este con una cita de gran prestigio y tras el cual hay un trabajo enorme", afirmó la embajadora Mariangela Zappia, representante permanente ante la ONU, subrayando que "para nosotros, recuperar una pieza de arte significa también recuperar partes de nuestra identidad".

"Italia tradicionalmente promovió la idea de que la cultura es un instrumento de paz", agregó Zappia. "Lo hemos hecho de varios modos, también proponiendo por primera vez una resolución del Consejo de Seguridad sobre la protección del patrimonio cultural en situaciones de conflicto.

Italia está fuertemente convencida de que se puede contribuir a mantener la paz también a través e la protección del patrimonio cultural".

Por su parte el general del comando de Carabineros para la recuperación de obras de arte, Roberto Riccardi, subrayó que "la tutela del patrimonio cultural es importante siempre, porque sin el pasado la tierra no tiene futuro y los bienes artísticos, históricos y culturales son nuestra identidad".

La muestra, abierta en la ONU hasta el 17 de enero, fue inaugurada por el presidente italiano Sergio Mattarella en el Quirinale en mayo de 2019; en octubre del año pasado se expulso en la Unesco en París y antes de fin de año llegará a Pekín.