Bruselas trabaja en un documento, que debería presentarse el próximo mes, sobre una prohibición de cinco años en el reconocimiento facial en lugares públicos de Europa, para evaluar su impacto y riesgos. El plan de Europa se produce cuando hay un fuerte debate en Estados Unidos sobre la precisión de esta tecnología y Donald Trump ha presentado directrices. China, por su lado, recorrió un largo camino en su uso "El futuro marco regulatorio podría ir más allá disposiciones existentes e incluyen una prohibición de tiempo determinado sobre el uso del reconocimiento facial en espacios públicos", afirmó el documento de la UE al que pudo acceder la prensa internacional. Durante la prohibición, de tres a cinco años, "se podría desarrollar una metodología robusta para evaluar los impactos de esta tecnología y las posibles medidas de gestión de riesgos". El documento de la Unión Europea también sugiere imponer obligaciones a los desarrolladores y usuarios, y a los países miembros para nombrar autoridades específicas. Excepciones a la prohibición podrían ser los proyectos de seguridad, investigación y desarrollo. Actualmente, en Europa, ninguno de los 28 estados miembros puede recopilar datos biométricos sin el consentimiento del directo interesado. Se trata de datos que sólo pueden ser usados para procedimientos judiciales o por razones de interés público. El reconocimiento facial, hasta ahora, ha levantado bastantes dudas en los Estados Unidos sobre la precisión. De acuerdo con un estudio reciente, de hecho, los sistemas existentes han identificado rostros afro-americanos y asiáticos entre 10 y 100 veces más en comparación con las caras caucásicas. Y esto corre el riesgo de crear muchos problemas, si consideramos las experimentaciones de tecnología por parte de la policía y de otras autoridades. Por ejemplo, las cámaras usadas por la policía de Londres para experimentar el reconocimiento facial como sistema de prevención del delito demostró tener un margen de error del 80%. La Cámara de los Estados Unidos está trabajando en un proyecto para limitar el uso de reconocimiento facial, mientras que Trump presentó las líneas guía para regular el uso de inteligencia artificial (AI). "Es necesario -dijo- tener en consideración la no discriminación, transparencia, seguridad" de las tecnologías sin ir demasiado lejos y "dañar el crecimiento y la innovación de la Inteligencia Artificial". El gobierno apunta también a limitar las exportaciones de software de IA para que no terminen en manos de países rivales, como China. En espera de reglas claras en tres ciudades como San Francisco, Oakland y Somerville, han prohibido el reconocimiento de la cara; mientras que la American Civil Liberties Union solicitó a las grandes empresas tecnológicas que no vendan más la tecnología al gobierno. Amazon ha desarrollado Rekognition, que parece haber sido experimentada por el FBI; Google, en cambio, dejó un proyecto similar (Proyecto Maven) después de las protestas de los empleados, en tanto Microsoft le pidió al gobierno más reglas para evitar esta tecnología esté fuera de control. Entretanto, en China, el reconocimiento facial es ampliamente utilizado en China por muchos servicios, desde pagos hasta viajes en metro, y, a partir del primero de diciembre, entró en vigencia una ley que obliga a las personas a someterse a un escaneo facial para suscribir un contrato de telefonía. Recientemente, una investigación de la BBC también reveló el uso del reconocimiento facial por parte de Pekín para la represión de algunas minorías étnicas.