MONTEVIDEO (Uypress)- Ernesto Talvi cumplió años, este miércoles, y festejó en familia, en medio de la semana más tensa desde que entró en la política y con la decisión de "cambiar de rol" en el gobierno. Sus declaraciones, este sábado, en El Observador, en las que evitó calificar a Venezuela de dictadura, generaron un nuevo conflicto con el presidente Luis Lacalle Pou, que al otro día transmitió a su equipo la necesidad de remarcar que para él sí la hay. Por ese motivo, el pasado martes, Talvi se reunió con Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva y le planteó su deseo de aplicar un "cambio de roles", según confirmaron, al medio citado, fuentes políticas, las que ratificaron que Talvi piensa en una salida del Poder Ejecutivo, aunque se definió que no sea en un plazo "inmediato". El canciller habría manifestado que podía dar apoyo desde una arena más política, en el Senado, como líder de Ciudadanos, el sector mayoritario del Partido Colorado. En las últimas horas, Talvi transmitió a su círculo de confianza que estaba pensando en dejar un ámbito tan "específico" como el de la cancillería para pasar a estar en ámbitos más políticos. El canciller tenía esa idea en la cabeza hace varias semanas, porque entiende que debe estar más en el "día a día", lo que se lo impide la gestión al frente de la política exterior. Su postura, de evitar calificar a Venezuela como una dictadura, agitó las aguas del gobierno apenas cruzado el mojón de los 100 días de gestión y generó un contrapunto con el presidente, que se sumó a otras rispideces anteriores mantenidas por los máximos referentes de la coalición, además de la tensión latente en la interna de un Partido Colorado bicéfalo. Las declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores, citadas al comienzo de esta nota, cayeron mal en la cúpula del Poder Ejecutivo. El mandatario se había comprometido en campaña a dar esa lucha en todos los estrados y así lo ratificó a su círculo más cercano entre el domingo y este miércoles. El dirigente enfrenta también dilemas internos luego de recibir algunos planteos de disconformidad en su sector, Ciudadanos, tras distintas expresiones de que no participará de ámbitos políticos como el Comité Ejecutivo Nacional de los colorados o la campaña nacional. En los últimas días, el canciller también envió señales de distanciamiento y acusó el golpe del cruce con figuras del Poder Ejecutivo y de la otra ala de su partido. No fue ni lunes ni martes a la cancillería, y este miércoles se ausentó de forma sorpresiva del Consejo de Ministros en que Lacalle Pou abrió el juego para el debate del Presupuesto. También canceló su comparecencia ante la comisión de Asuntos Internacionales de Diputados. En la noche del miércoles, Talvi reunió al gabinete ministerial de la cancillería. Allí hablaron, entre otros temas, de la postura de la diplomacia uruguaya sobre el tema Venezuela, aunque en ningún momento mencionó que fuera a renunciar, dijeron participantes del encuentro. En ámbitos de la coalición, la postura de Talvi generó la reacción inmediata de Lacalle Pou y de sus allegados. "Cuando no hay democracia, obviamente es una dictadura", dijo este lunes en una conferencia de prensa el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, al ser consultado sobre la postura del canciller de que desde su rol no "corresponde" que califique a Venezuela como dictadura, tal como hizo en campaña electoral: "Conceptualmente coincidimos con los dichos del canciller en cuanto a que en Venezuela no hay democracia y no se respetan los derechos humanos. El presidente de la República ha sido muy claro en eso desde siempre: que entiende que cuando no hay respeto por derechos humanos y no hay democracia, obviamente es una dictadura". Los blancos consideran que el gobierno debía tener una única postura en el tema. El senador suplente de Batllistas, Tabaré Viera, salió el domingo al cruce de Talvi: "Prefiero decirlo claramente. El Partido Colorado y yo siempre entendimos que en Venezuela existe una gran dictadura y no hay vuelta que darle", afirmó a El Observador quien durante la pandemia ocupa la banca del expresidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000). Más allá que considera y afirma que en Venezuela no hay una democracia, Talvi asegura que desde su nuevo rol no puede denominarla como dictadura: "El Uruguay es claro y sin ambigüedades: en Venezuela no hay democracia y se violan sistemáticamente los derechos humanos": "Este canciller no va a decir en este rol esa palabra (dictadura) y lo que yo piense personalmente respecto del régimen que gobierna Venezuela dejó de ser relevante en el momento en que asumí este cargo. Basta con mirar lo que pensaba cuando no era canciller, entonces ya van a saber lo que pienso. No cambié de opinión pero como canciller no corresponde que yo use esos términos". Este martes, tras reunirse con Lacalle, Talvi dijo que estaban "100% alineados más allá de la semántica" en relación a Venezuela. Y la pasada noche, del miércoles, el ministro decidió salir al cruce de versiones de prensa que daban como un hecho que presentaría su renuncia en la mañana de este jueves: "Ante versiones que circulan en las redes y consultas de varios periodistas, desmiento de manera terminante que haya presentado renuncia a mi cargo como Canciller".