MONTEVIDEO (Uypress)- En junio pasado se declararon inactivas, ante el Banco de Previsión Social (BPS) 62 firmas grandes, que sumadas a las 6958 Mypymes, totalizan 7020 empresas, lo que significa 61.428 puestos de trabajo formales perdidos. Según los datos proporcionados a Búsqueda por la Agencia Nacional de Desarrollo (Ande), la baja en los registros del BPS de las 62 empresas grandes -que emplean a más de 100 personas y superan los 75 millones de unidades indexadas a la inflación de facturación anual- significó la pérdida de 21.258 empleos formales. Sumado eso a los 40.170 de las Mipymes, el total de puestos menos fue de 61.428 respecto a febrero. A fin de julio, las Mipyes -categorizadas así por el BPS según la cantidad de empleados- que declaraban actividad eran 159.856 en junio. Sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística -INE- contabiliza más (unas 190.000 en 2019), utilizando además el criterio de la facturación. La Ande y el INE están afinando los detalles de un convenio-marco para mejorar las estadísticas en torno a las Mipymes, para así poder afinar la puntería con los instrumentos de apoyo que ofrece esa agencia gubernamental: "Queremos tener información de cantidad y datos más cualitativos, como cuánto aportan al Producto Bruto Interno o cuánto exportan", explicó. En esa dirección, se prevé incluir en las encuestas de actividad económica a las firmas de menor porte y en la Encuesta Continua de Hogares para "tener algo de datos sobre los informales". Aunque no tan avanzados, la Ande trabaja también en acuerdos-marco con la Dirección General Impositiva y el BPS que alimentarán con datos el "observatorio" de las Mipymes. El gobierno pretende transformar a la Ande en la institucionalidad referente en cuanto a las firmas de menor tamaño, que son cerca del 97% del universo empresarial en Uruguay. De hecho, en la próxima ley de Presupuesto quinquenal se prevén incluir algunos ajustes a la institucionalidad de la agencia. "Hoy la Ande tiene un directorio de tres personas, aunque no está completo. Hay que ver si es la mejor forma o lo sería una estructura más simple, con una suerte de órgano más colectivo a nivel ministerial que le de cierto respaldo político", explicó su titular. Sería un esquema similar al que tiene el Instituto Uruguay XXI, aunque sin la participación de organizaciones sociales en su órgano de conducción.