La Junta Nacional de Drogas (JND) y el Ministerio de Turismo estudian la posibilidad de que los visitantes extranjeros puedan acceder a la marihuana a través del mercado regulado escribe El Pais. La iniciativa, que “no es para ya” porque “hay otros temas prioritarios”, y porque implica una negociación a la interna de la coalición multicolor, se fundamenta en que “hoy existe una incongruencia”: el turista busca comparar cannabis y, como no lo consigue por la vía legal, termina en el circuito clandestino. “Me parece que puede ser muy bueno para Uruguay que tengamos un incentivo adicional para el turismo”, comentó a El País el secretario general de la JND, Daniel Radío, perteneciente al Partido Independiente. El jerarca, que se dice “partidario de abrir la cabeza y pensar el tema”, explicó que su visión no reposa en una mirada “economicista”, sino lógica: “hay turistas que vienen a Uruguay comprar marihuana y, como no pueden hacerlo, acaban en el mercado negro. Si cierro los ojos y hago como que no pasa nada, seguirá pasando. Entonces hay que actuar”. Esa “actuación” no tiene fecha de ejecución. A priori solo ha sido un asunto de discusión entre pasillos y en una reunión mantenida en el décimo piso de la Torre Ejecutiva entre Radío y el subsecretario de Turismo, el nacionalista Remo Monzeglio. Pero ya habría un menú de posibilidades sobre la mesa: la quita del requisito de ser residente en Uruguay para registrarse en la lista de adquirentes; la firma de una declaración jurada y la entrega de un voucher del estilo “vale por...”; y la suba del precio del paquete de cannabis para los extranjeros, lo que sería un desestímulo del “turismo de baja calidad”. Uruguay fue el primer país americano en regular la marihuana para fines recreativos. Canadá fue el segundo, pero fue pionero en la apertura de ese mercado al turista. Allí se permite que el visitante consuma el cannabis y sus derivados si es mayor de edad, que porte y comparta hasta 30 gramos , y que pueda comprar en los lugares habilitados.