La secretaria del Tesoro estadounidense (FED, banco central), Janet Yellen, dijo que se evalúa aplicar un impuesto global a las multinacionales que operan a nivel internacional, pasando del actual 21% que implementa Estados Unidos al 28% y a escala mundial.

"Estamos trabajando con los países del G20 en un acuerdo sobre un impuesto mínimo global que puede detener la carrera hacia abajo", dijo Yellen de acuerdo con las anticipaciones del discurso que dará más tarde en el Consejo de Asuntos Globales de Chicago.

Según Yellen, la creación de un impuesto mínimo global contribuirá a la estabilidad y fomentará la competencia. Un impuesto corporativo mínimo global podría ayudar a la administración de Joe Biden a aumentar los ingresos fiscales para financiar el plan de infraestructura de 2,2 billones y evitar que las empresas huyan al extranjero.

De hecho, la Casa Blanca prevé un endurecimiento de la carga fiscal para que las empresas de Estados Unidos financien el plan de infraestructura, cancelando la rebaja fiscal lanzada por Donald Trump. Y los impuestos más altos en Estados Unidos podrían empujar a las empresas a mudarse a países con tasas más bajas.

De ahí la propuesta de Yellen. La competencia no se trata solo de cómo se desempeñan las empresas con sede en Estados Unidos frente a otras empresas, explica Yellen. La competencia "también consiste en asegurarse de que los gobiernos tengan un sistema fiscal estable que pueda generar suficientes ingresos para invertir en el bien público y responder a las crisis", señaló Yellen.