Tras la decisión del presidente de Argentina, Alberto Fernández, de suspender las clases presenciales por 15 días, entre otras cosas, como consecuencia del aumento de contagios de Covid-19, la justicia falló  a favor de que los estudiantes de la ciudad de Buenos Aires regresen a las aulas prohibiendo así el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que había firmado el mandatario.
"Mañana hay clases presenciales en la Ciudad", afirmó en conferencia de prensa el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, poco después del dictamente de la justicia que dispuso que no cierren las escuelas en la capital argentina.
La prohibición del dictado de clases presenciales alcanzaba a 2.359 unidades educativas que agrupan a una población de 600.000 alumnos.
"Somos conscientes del enorme daño que generaron las escuelas cerradas el año pasado", resaltó Larreta, al tiempo que admitió que "los casos están aumentando, pero no nos podemos quedar en educación o salud".
"Los datos son contundentes", reconoció el jefe de gobierno de la ciudad, pero aclaró que "las clases presenciales no aumentan los contagios".
Sin embargo el funcionario, que es opositor al gobierno nacional, explicó que se desplegará un amplio operativo para ordenar el ingreso y la salida en los colegios y pidió a la ciudadanía a extremar todos los cuidados, como así también cumplir con los protocolos y reducir el uso del transporte público.
"Le pido a todos los que quieren defender las clases presenciales que no se reúnan", afirmó.
Por otra parte, Larreta comunicó que en el caso de la educación para adultos sí pasarán a la virtualidad, lo que alcanza a cerca de 120.000 personas.
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo, Tributario y de Relaciones de Consumo de la ciudad de Buenos Aires ordenó habilitar este lunes las clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, en detrimento del DNU que publicó el gobierno nacional el último viernes.
La decisión del presidente argentino había generado la reacción inmediata del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que se había comprometido a mantener la presencialidad pese a la complicación del escenario sanitario por el creciente número de contagios de coronavirus.
Fernández además de suspender las clases presenciales por 15 días, decretó una serie de restricciones y la limitación a la circulación durante la noche y que comenzó a regir desde el pasado viernes en todo el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA, capital y sus suburbios), con el fin de tratar de aplacar la segunda ola de coronavirus.
Los amparos contra el DNU del mandatario habían sido presentados por un grupo de docentes nucleados en la ONG Abramos las Escuelas y el espacio Centro de Estudios de Políticas Públicas.
Por otra parte, tras conocer el fallo de la justicia, el presidente Fernández criticó la resolución y aseguró que los magistrados "están tomando medidas que son del exclusivo resorte de la Justicia Federal".
"No estamos dictando medidas de política educativa. Son medidas de política sanitaria en una pandemia. Por eso la Ciudad fue directo a la Corte Suprema de Justicia de la Nación", dijo el mandatario en declaraciones a El Destape.
En tanto los sindicatos que nuclean a los educadores (ATE Capital y UTE-CTERA) convocaron a un paro docente para hoy, lunes.