El excanciller brasileño Ernesto Araújo afirmó hoy que no obstruyó las negociaciones con China para la compra de vacunas contra el Covid durante una sesión por momentos tensa en la Comisión Parlamentaria de Investigaciones (CPI) sobre la política del gobierno ante la pandemia del coronavirus.
Durante la audiencia de casi 7 horas, Araújo fue cuestionado en varias ocasiones por miembros del Senado sobre su posición supuestamente contraria a la compra de vacunas chinas.
Los congresistas citaron que el diplomático tuvo encontronazos con el embajador, Yang Wanming luego de llamar al coronavirus como "comunavirus" e insinuar que este había sido creado artificialmente en el gigante asiático.
Araújo dijo que el artículo en cuestión "no era sobre China, allí no veo nada ofensivo respecto de China, quiero dejar claro que 'comunavirus' no es una definición ofensiva sobre el coronavirus".
"Yo no discutí con el embajador chino, sólo hice dos notas oficiales" planteando la posición del gobierno brasileño frente a Pekín, agregó el diplomático que estuvo al frente del Palacio Itamaraty entre enero de 2019 y fines de marzo de 2021, cuando siete senadores pidieron su renuncia por su falta de empeño en comprar vacunas en el exterior.
"Jamás promoví roces con China", dijo Araújo pese a reconocer que envió una carta al Ministerio de Exteriores en Pekín con comentarios sobre el desempeño del embajador Yang Wanming, quien tuvo desencuentros con el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente Jair Bolsonaro.
El tema dominante de la audiencia de este martes fue la falta de vacunas suficientes en Brasil y la responsabilidad que le cupo en ello al ex canciller.
En Brasil fueron aplicadas unas 59 millones de dosis de vacunas, el 70 % de las cuales son las chinas Coronavac, compradas por el gobierno del estado de San Pablo, ya que el gobierno nacional no mostró interés en ellas.
Desde la semana pasada China dejó de enviar más insumos para fabricar la coronavac, retraso que el gobernador de San Pablo, Joao Doria, lo atribuyó a los roces diplomáticos fomentados por el gobierno de Bolsonaro con Pekín.
De momento está suspendida la producción de vacunas Coronavac hasta que arribe al país un nuevo cargamento, lo cual podría ocurrir esta semana.
Brasil superó los 436 mil muertos por el coronavirus y en las últimas semanas el promedio de fallecimientos estuvo por debajo de los 2 mil por día, pero esta tendencia a la baja puede revertirse si no hay una más agresiva campaña de vacunación lo cual no parece probable en el corto plazo.
Entre la segunda semana de abril y la segunda semana de mayo, cuando se vacunaron a 280 mil personas por día, la inmunización cayó más del 50%.
Si esta tendencia a la baja de la inmunización continúa y no se adoptan enérgicas medidas de aislamiento, puede haber un rebrote de muertes y Brasil podrá llegar a los 750 mil decesos a fines de agosto, según una proyección de la Universidad de Washington publicada hoy en el diario O Globo.
Por otra parte el ex canciller Araújo responsabilizó hoy al exministro de Salud, Eduardo Pazuello, por haber desestimado la compra de más vacunas del programa internacional Covax Facility y de las iniciativas relacionadas a la adquisición de hidroxicloroquina para enfermos con el Covid-19.
El presidente Bolsonaro ha publicitado la prescripción de la hidroxicloroquina para pacientes con coronavirus mismo que ese medicamento para la malaria no sea recomendable para los enfermos con el Covid.
La actitud de Araújo puede tornar más difícil la situación del general Pazuello que será indagado este miércoles en la CPI, en la que se estima será la sesión más importante desde que comenzó a funcionar este organismo investigador.
Pazuello no se presentó a declarar hace dos semanas alegando haber estado en contacto con infectados por el Covid.
Posteriormente obtuvo en la Corte un Habeas Corpus para poder permanecer callado ante preguntas que puedan incriminarlo durante la audiencia de este miércoles en la CPI.