por MILAGROS RODRÍGUEZ

La falta de agua potable que afecta al 90% de la población de Venezuela se agudiza en medio de la ola de calor y el avance de la pandemia del Covid-19, que sigue con fuerza sumando contagios y muertos. La crisis que mantiene a Caracas "seca" y también al resto del país, obliga a los ciudadanos a pasar semanas y hasta meses sin recibir una sola de gota del vital líquido por las tuberías, en momentos en que las autoridades insisten en el lavado frecuente de las manos como medida de protección contra el coronavirus. Jesús Armas, director de Monitor Ciudad, dijo que es "un momento muy duro no solo en Caracas sino a nivel nacional cuando vemos que los acueductos cada vez fallan más y más". "Cada vez están en peores condiciones. El sistema Tuy I no está funcionando, el Tuy II está funcionando 40% de su capacidad y el Tuy III a pesar de que está funcionando a toda su capacidad lo están utilizando para hacer trasvase hacia el Tuy I y Tuy II, y eso está bajando su caudal", explicó. Además, sostuvo que a esto se suma "una ruptura que hubo en algunas de las tuberías de concreto del sistema Tuy I que ha hecho imposible que se pueda distribuir el agua inclusive a través del trasvase, y esta ha hecho que varios sectores de Caracas hayan pasado semanas sin agua".

"Hay casos muy críticos como la parte alta de la zona La Vega (Caracas) que en las últimas dos semanas ha recibido en promedio 10 de las 168 horas que tiene la semana", acotó. De acuerdo con un estudio de Monitor Ciudad en lo que va del mes, la crisis del agua afecta a todos los sectores caraqueños, y la realidad no es distinta en el resto del país que "está seco", con estados como Falcón (oeste) "donde hay zonas que tienen meses sin recibir una gota de agua". "Las personas han tenido que buscar alternativas, ya sea comprando agua, que es lo que está pasando en Venezuela que se está privatizando informalmente el acceso al agua a unos costos tan altos que son comparables con los de las ciudades donde el metro cúbico es el más costoso de todo el planeta", expresó. Armas destacó que la crisis de agua no tiene nada que ver con las sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela, tal y como lo afirmó el presidente Nicolás Maduro. "Tiene que ver con la corrupción y las malas decisiones de quienes están hoy a la cabeza de las empresas hidrológicas", afirmó.

Maduro durante una jornada de trabajo el viernes pasado, aseveró que por culpa de "las sanciones criminales" su administración no ha podido comprar los repuestos para los acueductos del país. "La verdad es que aquí se ha podido comprar repuestos porque ha habido dinero para poder rehabilitar los acueductos, pero no ha habido la voluntad política ni el conocimiento para hacerlo. Además, el agua tiene que ver con temas humanitarios y las sanciones no impiden que se pueden adquirir productos por temas humanitarios", enfatizó. Además, rechazó que el año pasado se invirtió 300 millones de dólares en comprar mil cisternas de fabricación china, que "no resolvieron el problema y de las cuales solo llegaron 552, es decir que se perdió ese dinero". Igualmente, criticó que el sistema de Tuy IV que fue un proyecto presentado en 1982, y que el fallecido expresidente Hugo Chávez retomó en el 2009, bajo la promesa de que la obra podría abastecer a toda Caracas, debió ser inaugurada en 2012, pero casi 10 años después no ha sido culminado. "Nuestro llamado es claro, deben hacerse las inversiones necesarias para recuperar los acueductos para que llegue de nuevo al agua a los ciudadanos", expresó. Venezuela registra una severa crisis económica acentuada por una hiperinflación y el colapso en los servicios básicos, como el agua, electricidad, gas doméstico, salud, gasolina, que ha empujado a que se mantenga el éxodo masivo de venezolanos que de acuerdos organismo internacionales podría alcanzar los 7 millones de migrantes en el 2021.