Las aerolíneas estadounidenses reportaron unos 3.000 casos de pasajeros rebeldes a las órdenes de las autoridades de aviación este año, informó la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés).
Se trata potencialmente del número más alto desde 1995 y, a menudo, vinculado a las regulaciones del coronavirus.
La FAA indicó, de hecho, que 2.300 informes se referían a pasajeros que se negaron a usar máscaras, con varios videos que se volvieron virales en las redes sociales.
Solo hasta el 25 de mayo, se habían registrado unos 394 casos de pasajeros que interferían con el trabajo de la tripulación. Casi el doble del número total del año pasado, cuando era 183.
Desde que el gobierno de Joe Biden impuso el uso obligatorios de máscara en los vuelos comerciales, la FAA endureció las sanciones con multas de hasta 35.000 dólares y encarcelamiento.