Con el presidente Jair Bolsonaro ingresado en un hospital de San Pablo por una obstrucción intestinal, el escándalo por corrupción en la compra de vacunas contra el Covid-19 sigue agitando a Brasil y a su gobierno, y lleva a exfuncionarios a enfáticas desmentidas frente a la furia de la oposición.

Ahora, el exministro de Salud Eduardo Pazuello negó en una nota aclaratoria difundida por el secretario de Comunicación de la Presidencia que hubiera negociado dosis de la vacuna CoronaVac con intermediarios de una empresa de Santa Catarina, sur del país.
La divulgación de un video obtenido por la comisión parlamentaria investigadora (CPI) revelado por el diario Folha de Sao Paulo muestra al ministro en una reunión, el 11 de marzo, con representantes de la empresa World Brands, que ofreció 30 millones dosis de la vacuna CoronaVac a un precio de 28 dólares por dosis.

En el contrato con el Instituto Butantan para suministrar la misma vacuna, el gobierno federal pagó 10 dólares por dosis.

Ese centro dijo que es el representante exclusivo en Brasil de la farmacéutica china Sinovac, fabricante del agente inmunizante y responsable del uso de la vacuna en Brasil.
"Estamos reunidos aquí en el ministerio de Salud, recibiendo una delegación encabezada por John. Una delegación que vino a discutir la posibilidad de que compremos 30 millones de dosis, en una compra directa al gobierno chino. Nueva posibilidad de tener más dosis y más laboratorios. Lo trataremos la semana que viene. Pero hoy salimos de aquí con un memorando de entendimiento firmado y con el compromiso del ministerio de firmar el contrato lo antes posible", apunta en el video Pazuelo.
Ahora, Pazuello afirma que la reunión fue un "pre-sondeo" a la propuesta de World Brands.

"Ante la importancia del tema, un equipo del Ministerio de Salud los atendió y este entonces ministro de Estado se dirigió al salón solo para saludar a los representantes", añade en la nota.
Este encuentro entre el ministro y empresarios fue grabado en video por la oficina de prensa del ministerio con el propósito de "dar a conocer los actos y hechos de la administración pública", según el comunicado detallado por el portal de noticias G1.
"Luego de la grabación, los empresarios se despidieron y, inmediatamente después, me informaron que la propuesta era completamente vergonzosa y poco confiable. Inmediatamente, determiné que no se debía redactar el mencionado Memorando de Entendimiento así como que el video realizado no debía ser difundido", aclaró Pazuello.
En testimonio a la CPI, en mayo, el exministro dijo que no negoció directamente la compra de vacunas. En ese momento, los senadores le habían preguntado si había participado en la negociación de Pfizer.

"Yo soy el máximo gerente, soy el que toma las decisiones.
No puedo negociar con la empresa. Es el nivel administrativo quien negocia con la empresa, no el ministro", había dicho Pazuello.
Las vacunas de CoronaVac, el Instituto Butantan y Pfizer, que sufrieron resistencia del gobierno de Bolsonaro, según la IPC, representan actualmente el 50,2% de las dosis aplicadas en Brasil.

Este sábado, la vacunación en el país lleva seis meses.
Hasta el viernes último, el 15,73% de la población estaba completamente inmunizada (dos dosis o una dosis en los casos de inmunizante único).
G1 sostiene que testimonios y documentos recolectados por la comisión investigadora muestran que, si bien el ministerio de Salud colocó trabas a la adquisición de estos dos inmunizantes, la cartera participó, en paralelo, en negociaciones "con sospechas de irregularidades e incluso solicitudes de sobornos".

Sin haber entregado ninguna dosis, el contrato con Covaxin, firmado en menos tiempo que los demás, terminó suspendido por indicios de fraude.

La vacuna de AstraZeneca, responsable de más del 46,6% de las dosis aplicadas, también se vio afectada por las acciones gubernamentales sospechosas.
Si bien el contrato se cerró el año pasado, la valoración del IPC es que la postura hostil de Bolsonaro hacia China provocó un retraso en el envío por parte de ese país de los insumos necesarios para la producción de vacunas por parte del laboratorio local Fiocruz.
El agente inmunizante de Janssen, que representa el 3,3% restante de las dosis aplicadas en el país, es el único que no está en la mira de la comisión hasta el momento.