Para los que peinamos canas todas las medidas que atentan contra nuestra libertad, nos pusieron en guardia pero, además, nos informan que, cada uno de nosotros somos potenciales delincuentes.

La última propuesta del Ministro del Interior Heber para que Uruguay tenga una completa memoria de los ADN de cada habitante del país a muchos los asusta. El ser humano es tan variado y, en algunas veces, retorcido, que ¿quien nos confirma que alguien que nos odie ponga nuestro ADN en una escena de un crimen?

Todos sabemos que el que tenga una cédula, un pasaporte, una tarjeta de crédito o una cuenta bancaria, somos personajes públicos, nos pueden monitorear, pueden saber cuanto gastamos, cuanto ganamos, que color de calzoncillo nos gusta o que tipo de bebida preferimos. 

Es indudable que las computadoras y las memorias cambiaron el planeta y no hay marcha atrás. Hasta los años ‘80 el control que podría tener un estado sobre una persona era casi nulo (huellas digitales y poco más), sin embargo, hoy, entre la tecnología, BIG DATA, los créditos, los débitos etc.etc. estamos constantemente controlados y , en caso que se vote una ley para que sea obligatorio entregar el propio ADN a las autoridades públicas, ¿para que tenemos que poner nuestra huella en la cédula?

En los países más adelantados (se podría hacer lo mismo en Uruguay) el famoso sistema BIG DATA, en manos de compañías que trabajan para el que precise datos (elecciones, empresas que quieran probar sus productos etc.) ha realizado operaciones realmente “casi” increibles. Hace unos años, una empresa que fabrica pañales para niños en lo EEUU, contrató una empresa de BIG DATA para regalarle a una chica que no supiera que estaba embarazada, un ajuar. Un día esta chica de 18 años, vio llegar a su casa un enorme paquete para su futuro hijo que, ni ella sabía que iba a tener! ¿Como se hizo esto? La compañía contratada realizó un monitoreo sobre un grupo de chicas viendo posibles cambios de conducta. Esta chica, enojadísima, quiso iniciar un juicio contra la empresa de pañales, sin embargo, la empresa BIG DATA había determinado que la mujer estaba embarazada con un 80% de posibilidades: comía más elementos con azucar, había tenido algunos problemas digestivos, había vomitado y había tomado acciones clásicas de una embarazada. Al final, estaba embarazada, no denunció la pañalera y tuvo que agradecerle!

Ya hace muchos años que no somos más seres humanos, sino números. ¿Ahora también tendremos un ADN en mano a las autoridades? No estoy ni a favor ni en contra de la propuesta del Dr. Heber. Simplemente trato de estimular vuestras mentes para acostumbrarnos a un mundo tan distinto

STEFANO CASINI