La Cámara de Diputados brasileña no aprobó la Propuesta de Enmienda Constitucional 135/19 (PEC 135/19) que impulsa el retorno al voto impreso, una de las principales banderas legislativas del presidente, Jair Bolsonaro, que el martes encabezó una parada militar interpretada como una forma de presionar a los congresistas.

Por tratarse de de una norma que modifica la Constitución, la PEC 135/19 necesitaba de una mayoría especial de 308 votos, es decir, tres quintos de los 513 integrantes del plenario de la Cámara baja.

En una sesión que culminó la noche del martes, la PEC 135/19 obtuvo 229 votos, 79 menos de los necesarios, y fue archivada por el titular de Diputados, el oficialista Arthur Lira , del Partido Progresista (PP).

De todos modos, la iniciativa gubernamental obtuvo más apoyo del esperado y superó la votación de la oposición, que logró 218 sufragios. "Es importante que de ahora en adelante prevalezca el sentido común por parte del Poder Ejecutivo, del Poder Judicial para que encontremos una manera racional de aumentar la transparencia en el sistema electoral" actual, con urnas electrónicas, dijo Arthur Lira al finalizar la sesión.

Trascendió que Lira mantuvo conversaciones con miembros del Poder Judicial para aumentar la cantidad de urnas electrónicas auditadas en los comicios de 2022, cuando Bolsonaro buscará su reelección. La reimplantación del voto de papel fue motivo de polémicas luego de que Bolsonaro denunció que las urnas electrónicas fueron manipuladas en las elecciones de 2014 y 2018, cuando ocurrieron supuestos "fraudes". El mandatario declaró la semana pasada que podría suspender las elecciones del año que viene si se mantenía la votación electrónica, mientras el ministro de Defensa, general Walter Souza Braga Netto, manifestó su apoyo al voto impreso.

Bolsonaro, Braga Netto y los jefes de las Fuerzas Armadas participaron el martes por la mañana en un desfile militar que pasó por los palacios de la Presidencia y del Congreso y fue considerado como una "intimidación" por parte de legisladores de la oposición.

Luego de la derrota en Diputados el gobierno no descarta retomar la batalla contra el voto electrónico en el Senado, donde fue presentado un proyecto por parte del legislador oficialista Marcos Rogerio del conservador partido Demócratas (Dem)