POR PIER DAVID MALLONI
El regreso de los talibanes a Afganistán también resulta peligroso para quienes se mueven en el mundo online, sea a través de las redes sociales o escuchando música.
De hecho, en estas horas millones de ciudadanos intentaban eliminar su "historial digital" para evitar que se utilice para descubrir actividades que ahora se consideran ilegales en el país.
Varias ONGs denunciaron el problema de los datos biométricos que terminaron en manos de las milicias insurgentes.
En el país, explicó a New Scientist Nighat Dad, activista de la ONG Digital Rights Foundation, mientras que hace veinte años prácticamente no había red de Internet, ahora cuatro millones de ciudadanos utilizan habitualmente las redes sociales.
"Es comprensible que muchos afganos estén preocupados -escribió Dad-, especialmente aquellos que colaboraron con fuerzas occidentales, ONG o periodistas extranjeros, y que no han podido salir del país".
"Por eso están tratando de eliminar su identidad digital lo antes posible. Algunos activistas me han pedido directamente ayuda para establecer una línea segura y comprender cómo iniciar una limpieza masiva de sus datos", añadió.
A esto se suma el hecho de que en el país, en los últimos años, se realizó un gran esfuerzo de digitalización, con la introducción de cédulas de identidad electrónicas y el escaneo de datos biométricos, como iris y huellas dactilares.
Ahora, sin embargo, la ONG Human Rights First, que acaba de publicar un manual en lengua farsi sobre cómo borrar la propia historia digital, advirtió en Twitter que la iniciativa podría poner en peligro a los ciudadanos.
"Sabemos que los talibanes probablemente ahora tengan acceso a diversas bases de datos y tecnologías biométricas -dijo-. Esto implica poder disponer de huellas dactilares y escáneres de iris, y también puede incluir reconocimiento facial".
En el manual también se enseñan técnicas para evadir los controles de reconocimiento facial, como mirar hacia abajo, usar anteojos y otros accesorios que ocultan rasgos faciales, o aplicar muchas capas de maquillaje, pero la misma organización admite que "las huellas dactilares y el iris son difíciles de eludir".
La preocupación es atendible, según el sitio Intercept, que citó fuentes del Pentágono, ya que los talibanes se apoderaron de los dispositivos que el Ejército estadounidense utilizó para identificar a los afganos que los ayudaron, conocidos como Hiide (Handheld Interagency Identity Detection Equipment), durante la ofensiva.