Hoy por hoy Afghanistan posee uno de los mejores arsenales del planeta. Se trata de lo que dejaron los soviéticos en 1989 y lo que dejaron los norteamericanos hace poco.

Con las miles de toneladas de pólvora soviética dejadas en la década de los 80, las bases de Al Khaeda o ISIS armaron miles de bombas destinadas a atentados de todo tipo, sobre utilizadas por los suicidas de Allah.

Los soviéticos dejaron más de 1000 ametralladoras pesadas Punto 50 para abatir aviones en fase de despegue y aterrizaje, decenas de miles de cohetes antitanque, morteros y millones de balas de todo tipo y color.

QUE DEJARON LOS YANKEES

Los norteamericanos dejaron en el país muchísimo más y material más moderno y efectivo; hablamos de 75.000 vehículos militares, entre los cuales tanques, 600.000 entre ametralladoras livianas, rifles y pistolas 9 mm., todo como para armar un ejército monumental. 16.000 visores nocturnos, scanners oculares de todos los colaboradores de las fuerzas de ocupación y 240 helicópteros: en caso que logren manejarlos, sin embargo, serán abatidos por los drones americanos que, aún, dominan los cielos del país. También quedaron unos 100 drones americanos que, en caso de ser utilizados, podrían ser bloqueados por los mismos aparatos norteamericanos.   

El ejército talibán tiene también muchos misiles anti-aéreos norteamericanos Stinger, que había donado el Pentagono en la época de la ocupación soviética: no se sabe si funcionan, pero, las baterías de estos anticuados aparatos se pueden conseguir en el mercado negro de armas. Tienen miles de lanzacohetes personales que utilizan los soldados con mirador infrarrojo para abatir cualquier avión hasta 3.500 metros de altura con aparato perseguidor de calor de las turbinas: en el mercado negro estos aparatos son diversos y provenientes de distintos países, como Irán y tienen un costo en el mercado negro de armas entre  2000 y 150.000 dólares.

En Afghanistan hay 6 grupos terroristas que poseen muchas armas rusas y norteamericanas. Sobre todo rusas, tipo Kalashnikov, por decenas de miles que los soviéticos dejaron en túneles subterráneos en todo el país. Todos estos grupos están luchando entre sí y cada uno de ellos quiere destacarse por los peores atentados.

Hasta ahora, el atentado terrorista más dramático fue en el Aeropuerto de Kabul en agosto pasado con 170 muertos, financiados por ISIS y otro grupo que quiere superarlo, Ahuala.

Todo el dinero para la financiación del terror llega desde  Arabia Saudita y simpatizantes de Pakistán.  El movimiento Jaish-e Mohammed  lo financian fundaciones de beneficencia islámicas, mientras que Lashkar-e-Jhangvi Mohamed es financiado por fundaciones de beneficencia pakistanies. Lashkar-Jhanvi recibe dinero de empresas privadas de Arabia Saudita y ricos de Pakistan, pero también llega dinero de acciones criminales, secuestros y robos de bancos. Al Khaeda, bastante perdida en los últimos años, se financia a través de secuestros de personas y entes benéficos, donantes y varias actividades criminales. Al final está Akkani Network apoyado por los servicios secretos de Pakistan y quizás el grupo terrorista más elitista que, de cualquier manera, es responsable, sobre todo, de asesinatos de soldados norteamericanos y de la OTAN. El número 2 de esta organización, buscado vivo o muerto por la FBI es hoy uno de los ministros del gobierno de Afghanistan. 

Todos los grupos se disputan el poder dentro del país y no hay tregua para el pueblo que recibe tantas balas y hambre como los que quieren dominarlos.

STEFANO CASINI