La fuga masiva de pobladores de Ucrania ante los bombardeos y la arremetida feroz rusa está convirtiéndose en grave problema para para los países limítrofes e impacta fuertemente en Polonia, pero también en Eslovaquia y Rumania.
De hecho, Eslovaquia decretó este sábado el estado de "situación extraordinaria" debido al creciente flujo de personas que busca refugio en su territorio y huyen de Ucrania.
La decisión la tomó hoy el gobierno del primer ministro Eduard Heger (del partido Olano, populista conservador) en una reunión extraordinaria.
Según el ministerio del Interior de Eslovaquia, más de 10.000 personas de Ucrania han llegado a Eslovaquia en las últimas 24 horas. "Antes del ataque ruso, había unas 1.500 llegadas diarias. Ahora hay una espera de ocho a diez horas en los pasos fronterizos", dijo el ministerio.
Los que llegan a Eslovaquia son principalmente mujeres y niños, ya que los hombres de 18 a 60 años están sujetos a la movilización general y, por lo tanto, a la obligación de permanecer en Ucrania para luchar por lo que no pueden salirse.
El ministro de Defensa eslovaco, Jaroslav Nad, también confirmó que Bratislava donará 2,6 millones de euros en suministros militares y ayuda por valor de 8,4 millones de euros a Ucrania.
El éxodo de refugiados ucranianos también se observa hacia Rumania, en particular en el paso fronterizo de Porubne-Siret, donde las televisiones locales hablan de una cola de 15 kilómetros durante la noche del viernes.
Hoy, el ministerio de Asuntos Exteriores de Bucarest ha invitado a la población a utilizar también otros cruces. Una nueva ola de llegadas está programada para hoy.
Las familias en particular se están yendo de Ucrania, según informan los medios de prensa rumanos, que observaron muchos casos de hombres que acompañan a sus esposas e hijos a la frontera y regresan para luchar contra los rusos.
Muchos llegan a pie desde los pueblos vecinos. Y son recibidos por la población con comidas calientes en medio del frío invernal.
La foto tomada el jueves por la noche con una niña de no más de cinco años que cruza la frontera de Sighetu Marmatiei, arrastrando su pequeña maleta, recorrió las redes sociales locales.
Las ciudades de Rumania cercanas a la frontera -como Suceava, Botosani o Tulcea- están preparadas para el éxodo y los habitantes locales ya han mostrado un gran sentido de solidaridad.
Muchos ciudadanos han proporcionado alimentos e incluso sus hogares para acoger a los refugiados, mientras que varias asociaciones continúan recolectando alimentos, mantas, productos de higiene y ropa para ofrecer a los que escapan.
Algunos restaurantes han exhibido carteles que les ofrecen comidas gratis.
Mientras tanto, el gobierno rumano está estableciendo 39 centros de recepción capaces de albergar hasta unas 7.000 personas para aquellos que decidan quedarse en el país. De momento 11 personas se han declarado refugiadas políticas, según datos oficiales del ministerio del Interior. Rumania y Ucrania comparten 613 km de fronteras.
Evidentemente, es Polonia el país más impactado por este éxodo. El viceministro del interior de Polonia, Pawel Szefernaker, confirmó que ya son 100 mil ucranianos que han podido cruzar la frontera luego del ataque militar ruso contra sus territorios el pasado miércoles.
Polonia, quien cuenta con la mayor comunidad ucraniana en la región con cerca de un millón de personas, ha visto durante los últimos días una avalancha de refugiados buscando ponerse a salvo en medio del conflicto bélico.
En tanto, en la estación de Przemysl, en el este polaco, en un centro de acogida de refugiados ucranianos, está listo el primer tren sanitario que, en caso de necesidad, partirá hacia Ucrania y traerá de vuelta a los ucranianos heridos en los enfrentamientos.
Así lo anunció Michal Dworczyk, jefe de la cancillería del primer ministro polaco, precisando que el tren consta de cinco vagones médicos y cuatro destinados a la ayuda humanitaria para partir hacia la zona de Leópolis, en Ucrania.
"Haremos todo lo posible por ayudar a nuestros amigos, que defienden heroicamente su patria y también a aquellos que, a causa de la guerra, tienen que huir", dijo Dworczyk.
Según el ministerio de Salud, en toda Polonia, 120 hospitales ya se han mostrado dispuestos a acoger y asistir a los heridos de Ucrania.