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PEKÍN - China fijó el XX Congreso del Partido Comunista chino (PCCh) para el 16 de octubre, dispuesto a consagrar a Xi Jinping como máximo líder por otros cinco años, con un inédito tercer mandato en la secretaría general, como nunca ocurrió tras los más de 30 años acumulados por Mao Zedong y los 13 de Jiang Zemin.
El resumen de la reunión del Politburó que adoptó la decisión, difundido por los medios oficialistas, brindó pocos detalles, comenzando por su duración que suele ser de casi una semana, indicando que se realizaría en un "momento crucial" entre los planes de Xi para hacer de China una potencia mundial próspera y la necesidad de "formular un programa de acción" en consecuencia.
En programa, la renovación del Comité Central, Politburó y Comisión Central de Control Disciplinario, el temido partido anticorrupción.
El XX Congreso tiene un valor particular en las altas esferas del PCCh, no inmune a las prácticas supersticiosas chinas: la República Popular ha sobrevivido a la Unión Soviética en duración, pero el XX Congreso del PCUS desde el ascenso al poder se celebró en 1990 y fue el último antes de la disolución de la URSS (el XX efectivo del partido fue, en cambio, aquel de 1956 donde se denunciaron los crímenes de Josep Stalin).
También en Italia, el XX Congreso de Rimini fue el último celebrado por el Partido Comunista Italiano (PCI).
La cita de octubre revelará el rumbo político de China y su liderazgo, en una fase de desaceleración del crecimiento interno y recrudecimiento de las tensiones en el exterior, especialmente con Estados Unidos.
El 2022 estuvo marcado por la ralentización de la economía entre los confinamientos anti-Covid, la grave crisis del sector inmobiliario y las estrictas regulaciones en varios sectores (tutoría y alta tecnología), mientras que el desempleo juvenil (16-24 años) de julio se disparó hasta un 20%.
Sin contar los efectos de la invasión rusa de Ucrania y la asociación "sin límites" que los presidentes Xi y Vladimir Putin establecieron en Pekín el pasado febrero.
A pesar de la falta de certeza oficial sobre la extensión del cargo que ganó en 2012, Xi acumuló poderes de manera constante, como no ocurría desde la época de Mao, comenzando también a recibir la designación de "Líder del Pueblo", título ya circulado en los medios oficiales y utilizado en el pasado para el "Gran Timonel" y su sucesor Hua Guofeng.
Los 10 años de poder hasta ahora seguidos por los líderes comunistas han sido reconfigurados por Xi, considerado un líder visionario que China necesita para el ascenso geopolítico frente al liderazgo de los países occidentales encabezado por Estados Unidos.
No existe un límite formal para la duración del cargo del secretario general del PCCh, pero en 2018 a Xi le quitaron el techo de los dos mandatos de la presidencia de la República Popular, allanando el camino para un tercer mandato (y además) como jefe simultáneo de partido, de Estado y de las fuerzas armadas.
Su antecesor, Hu Jintao, renunció de los cargos después de una década, mientras que Jiang Zemin, secretario general durante 13 años, permaneció a cargo del ejército durante otros 22 meses.
Si bien Xi, de 69 años, está seguro de otro mandato, no hay pasajes secundarios sobre los hombres de su estrecha confianza.
Hasta ahora no surgió ningún heredero político de sexta generación, y muchos expertos creen que el presidente se abstendrá de elegir este momento también, para preservar su influencia en los años venideros. Queda por aclarar si se seguirá la regla informal del partido sobre su edad, según la cual los altos funcionarios, además de Xi, deben irse si tienen 68 años o más. El ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi, de 68 años, podría ser dejado de lado.
A juzgar por los discursos recientes, es probable que Xi comience a poner más énfasis sobre la seguridad nacional y sobre la reducción de las desigualdades en nombre de la "prosperidad común" en vista del "rejuvenecimiento de la nación", inalcanzable sin "la reunificación de Taiwán con la patria".
La modernización al estilo chino es "a través de la prosperidad común de todo el pueblo", dijo Xi en una visita reciente a Liaoning, una provincia en el noreste.
A pesar de los escasos indicios que circularon desde la víspera de congresos pasados, el nuevo primer ministro podría ser Hu Chunhua, actual viceprimer ministro de 59 años y exjefe del PCCh de Guangdong, o Wang Yang, de 67 años, jefe de la Conferencia consultiva política del pueblo chino, otro ramo del parlamento de China. Sin embargo, ambos no se consideran cercanos a Xi.