India (Depositphotos)

NUEVA DELHI - La muerte de la reina Isabel II provocó una animada campaña en las redes sociales de India, donde se pide el regreso del Koh-i-noor, uno de los diamantes más grandes del mundo, que se encuentra en el centro de la corona de la soberana británica.
Decenas de miles de tuits, incluidas muchas reacciones al mensaje de condolencias del primer ministro Narendra Modi por la desaparición de la reina, afirman que ha llegado el momento de devolver la gema a la India y piden al gobierno que haga cumplir la devolución al gobierno de Londres.
El diamante de 105 quilates, cuyo nombre en persa significa "montaña de luz", ha estado durante mucho tiempo en el centro de una controversia política y legal entre los dos países, con muchos indios convencidos de que la gema descubierta en India en el siglo XIV fue "robada" durante el régimen colonial.
Tras su independencia en 1947, India pidió la devolución del diamante. Del mismo modo, India hizo una petición el año de la coronación de la reina Isabel II.
Más recientemente, en 2016, el diamante estuvo en el centro de una batalla judicial después de que una ONG presentara una petición solicitando al tribunal que ordenara al Gobierno indio que exigiera la devolución el diamante. En aquel momento, el procurador general, en representación del Gobierno de la India, dijo que el diamante fue un "regalo" y que no fue "ni robado ni tomado por la fuerza".
Sin embargo, posteriormente, el Ministerio de Cultura indio "reiteró su decisión de hacer todos los esfuerzos posibles para recuperar el diamante de forma amistosa".
El diamante ha estado en el centro de la controversia política y legal en la India en medio de las disputas sobre su propiedad, con reclamaciones procedentes no solo de la India sino también de Pakistán, además de emperadores mogoles, shahs de Irán, emires de Afganistán y maharajás sijs.
Las joyas de la corona británica incluyen una colección de algunas de las piedras preciosas más raras y caras del planeta.
No obstante, el brillante Koh-i-noor de forma ovalada de 105 quilates, engastada en la corona de la Reina Madre en 1937 -cargada con 2.800 diamantes en su marco de platino-, que se exhibe en la Torre de Londres, es sin lugar a dudas una de las protagonistas de la vasta colección, además de uno de los diamantes más famoso del mundo.
El Koh-i-noor, probablemente el diamante más famoso del mundo, pesaba 105,6 quilates cuando se encontró en el sur de la India, posiblemente ya en el año 1300.
Según explica la revista Time, cuando se extrajo en lo que hoy es Andhra Pradesh, durante la dinastía Kakatiyan de los siglos XII-XIV, se cree que tenía 793 quilates en bruto. El primer registro de su posesión lo sitúa en manos de los mogoles en el siglo XVI, luego habría pasado a manos de los persas, después de gobernantes afganos y los maharajás del Punjab, antes de acabar en las joyas de la corona británica.