Foto: Depositphotos

CIUDAD DE MÉXICO - Un acuerdo de cooperación espacial con "fines pacíficos" entre México y Rusia recién firmado por el presidente Vladimir Putin puso en aprietos al gobierno de este país, cuya Cancillería se deslindó y aseguró que había sido firmado hace un año.
En un intento de aclarar las cosas y aparentemente evitar que el tema suscite fricciones diplomáticas con el gobierno estadounidense, el ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que en su concepción original el convenio incluyera el sistema Glonass o que se previera su incorporación en "un futuro cercano".
Se trata de un sistema de navegación satelital que implica colocar en territorio mexicano estaciones de rastreo similares al GPS estadounidense, así como "un complejo óptico-electrónico para prevenir situaciones peligrosas en el espacio circunterrestre".
"El acuerdo establece la base jurídica y organizativa para la cooperación entre la Federación de Rusia y México en la exploración y uso del espacio ultraterrestre y la aplicación práctica de la tecnología espacial con fines pacíficos", señaló el documento suscrito por Putin.
"Fue preparado y firmado en vistas a la tendencia estable a la ampliación de la cooperación entre ambos países en la esfera espacial", afirmó.
La Cancillería indicó, en su aclaración, que la Agencia Espacial Mexicana firmó este acuerdo con el gobierno ruso el 28 de septiembre de 2021, mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania, el 24 de febrero de este año, lo que suscitó la condena mexicana ante Naciones Unidas. Además, la dependencia afirmó que el acuerdo no ha entrado en vigor en Rusia ni en México, donde "aún no ha sido enviado al Senado para su análisis y, en su caso, ratificación".
El presidente Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que ha impulsado el repudio ante la ONU de la invasión rusa, se ha negado a suministrar armas a Ucrania y ha sido acusado de mantener una postura "ambigua" al sostener una posición "neutral" como lo hizo el gobierno de México durante buena parte de la Segunda Guerra Mundial.
A fines de marzo pasado, el jefe del Comando Norte estadounidense, Glen VanHerck, dijo en una audiencia ante el Senado de su país que la agencia de inteligencia militar de la Federación Rusa tiene desplegados en el México "más oficiales que en cualquier otra nación del mundo con el objetivo de influir en Estados Unidos".
Sin embargo, López Obrador respondió que "México es un país libre, independiente y soberano" y "no es colonia de nadie, ni de Rusia ni de China ni de Estados Unidos", pero dijo no tener información alguna sobre la presencia de espías rusos en el país.
"No impedimos a nadie, a ningún extranjero que quiera llevar a cabo actividades legales en el país que lo pueda hacer, los que son delincuentes, cometen delitos, se les detiene, no se permite ni a mexicanos ni a extranjeros cometer delitos en nuestro país", indicó.
"Nosotros tenemos como política la no intervención. No vamos a Moscú a espiar a nadie, ni a Pekín a ver qué están haciendo en China ni a Washington, ni siquiera a Los Ángeles, no nos metemos en eso", expuso.
También en marzo último, diputados del gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, centroizquierda), junto con legisladores del Partido del Trabajo (PT, izquierda) su aliado y del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro), instalaron el Grupo de Amistad México-Rusia.
El embajador ruso en México Viktor Koronelli fue recibido en el órgano legislativo y recibió el apoyo de los legisladores en el marco del conflicto armado con Ucrania, ante lo cual el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, protestó y pidió solidaridad con Kiev.
El diplomático pidió que México y Washington "estén igual de unidos que como lo hicieron en la Segunda Guerra Mundial contra Adolfo Hitler", el dictador alemán.
Vicente Gonzalez, legislador estadounidense de origen mexicano, representante demócrata por Texas, pidió además al gobierno de Joe Biden revocar las visas a 25 políticos mexicanos que participaron en la formación de este grupo formal de amistad con Rusia.