CIUDAD DEL VATICANO - Una estafa que podría haberle costado al Vaticano varios millones de euros trascendió hoy en el sitio de noticias estadounidense The Daily Wire, que publicó una investigación sobre lo que denomina un "robo de alta tecnología de obras de arte de valor global".
Según la reconstrucción, una empresa italiana vendía los derechos de licencia sobre las obras de arte de los Museos Vaticanos sin contar con la autorización de la Santa Sede.
Una facturación que, por tanto, no habría estado bajo el control directo del Vaticano, en cuyas arcas presumiblemente no acabó ni un solo euro.
De acuerdo con lo escrito en la investigación, la estafa fue revelada por una abogada de Nueva York, que en marzo pasado se puso en contacto, por algunos de sus clientes, con una editorial italiana para pedir presupuesto sobre el uso de unas imágenes de los Museos Vaticanos para ser incluidas en un libro.
"Habíamos descubierto un volumen con algunas imágenes de alta resolución de los interiores del Vaticano, incluida la Capilla Sixtina -dijo Sarah Rose Speno-. Estábamos muy interesados ;;en tener la oportunidad de obtener una licencia para esas imágenes lo antes posible".
Frente a la petición de 550.000 dólares, parte de los cuales irían luego a los Museos Vaticanos, la abogada empezó a sospechar y luego decidió ir al fondo del asunto.
Y entonces pidió a la empresa que proporcionara la documentación necesaria que garantizaría la aprobación por parte del Vaticano.
Una petición que, según informó el sitio, nunca fue concedida, pero liquidada con un correo electrónico en el que aseguraba que "todos los materiales utilizados fueron autorizados y tenemos todos los documentos necesarios".
Documentos que, sin embargo, nunca fueron proporcionados.
"El esquema se hizo evidente cuando nos pidieron una transferencia en efectivo de 82.500 dólares antes de que regresaran de sus vacaciones de verano en agosto -añadió Speno-.
Nos dijeron que darían luz verde al Vaticano 'sí y solo si' se pagaba la cantidad acordada".
Consultado por el asunto, el subdirector de los Museos Vaticanos, monseñor Paolo Nicolini, negó al Daily Wire que haya concedido a la empresa en cuestión la autorización para vender los derechos de las obras de arte.
El único documento que certifica una relación entre la empresa y el Vaticano es un contrato de 2015, en el que la Santa Sede otorga autorización exclusiva para una sesión de fotos en el interior de la Capilla Sixtina.
Un acuerdo que, sin embargo, era válido solo para una única publicación de edición limitada, con un costo de 22.000 dólares por ejemplar.
El propio Nicolini confirmó que el contrato era válido solo para ese libro y para ninguno más.
De parte de la empresa, también contactada por el mismo diario estadounidense, no hobuo confirmaciones ni desmentidas.
Una cosa es cierta: el Papa Francisco se reunió con Monseñor Nicolini en noviembre pasado.
Una audiencia privada que, según el sitio, habría tenido lugar después de que el informe del Daily Wire fuera llevado al Vaticano.
Reunión en la que el argentino Jorge Mario Bergoglio pudo haber pedido explicaciones sobre lo informado por sus colaboradores acerca del gran fraude digital sin precedentes en los Museos Vaticanos.