BRASILIA - Brasil rinde homenaje a Italia con la celebración del Día Nacional del Migrante Italiano en el país sudamericano, hogar de la mayor comunidad de descendientes de italianos del mundo, estimada en alrededor de 32 millones de personas, además de alrededor de 730.000 ciudadanos italianos, según la Embajada de Italia en Brasilia.
En Brasil también hay cerca de mil empresas italianas que, a lo largo de las décadas, siempre creyeron en el país e invirtieron en sectores estratégicos, contribuyendo a su crecimiento.
Por no hablar del aporte que también han hecho científicos e investigadores, arquitectos e ingenieros, fotógrafos y cocineros, pintores y escultores, hombres de cultura y empresarios, sin olvidar el papel fundamental de la mujer, pilar de la dificilísima vida familiar y social inicial de los inmigrantes italianos.
El Día Nacional del Migrante fue instituido significativamente para rendir homenaje al pueblo italiano, honrar a los descendientes de inmigrantes y celebrar la importancia que la comunidad italiana representó, y aún representa, para la construcción y el desarrollo de Brasil.
Fue establecido con la Ley n. 11.687 del 2 de junio de 2008, suscrita por el entonces Vicepresidente de la República, José de Alencar. Se celebra cada año el 21 de febrero en memoria de la histórica expedición de Pietro Tabacchi a Espírito Santo, en 1874, evento que simboliza el inicio del proceso de migración masiva de italianos a Brasil, aunque precedida por llegadas más limitadas a varios otros estados del país.
Entre enero y febrero de 1874, el barco 'La Sofia, que partía de Génova, llevó a Brasil a los 386 inmigrantes de Trentino y Véneto que partieron de Italia por invitación de Tabacchi quien, ya radicado en Brasil desde 1850, era propietario de una 'fazenda' en la región de Santa Cruz (hoy Aracruz) llamada Nova Trento, en homenaje a su tierra natal.
"Esta es una historia de ya un siglo y medio, que habla los idiomas de los dos países y entrelaza dialectos y tradiciones regionales. Del fútbol a la vinificación, de la ingeniería a la biotecnología, de la protección del medio ambiente a la investigación, hemos dado y seguimos creando un crisol de intercambios increíblemente rico, que Italia y Brasil pretenden seguir explorando y mejorando", subrayó el embajador Francesco Azzarello.