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NUEVA YORK (EUROPA PRESS) – El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado este martes de que en 2023 los déficits fiscales crecerán "ligeramente" hasta el 5% del PIB mundial de media por los mayores pagos en intereses de los gobiernos y por las presiones para revalorizar pensiones y salarios de acuerdo con las tasas de inflación.

La situación a corto plazo permanece "compleja", ha dicho el organismo, aunque los "riesgos están claramente a la baja". Sin embargo, de intensificarse la inestabilidad financiera, las cuentas públicas podrían verse afectadas al tener que intervenir con paquetes de rescate. De ser así, la política fiscal deberá intervenir con rapidez para "minimizar los costes a la vez que mitiga el riesgo moral".

Por el contrario, allí donde la inflación esté bajo control y haya espacio para políticas fiscales, los gobiernos deben permitir que "los estabilizadores automáticos actúen".

Además, el FMI se ha referido al repunte histórico de la deuda pública en el conjunto de la economía mundial, que casi ha alcanzado el 100% del PIB por el efecto combinado de la contracción económica por el Covid y los masivos paquete de ayudas públicas desplegados. No obstante, la entidad multilateral ha señalado que los déficits fiscales se han reducido por un notable avance del PIB nominal, aupado por un "crecimiento atípico y las dinámicas de la inflación", pero también ha advertido de que los niveles de deuda se encontraron en el 92% al cierre de 2022, un 8% por encima de los que se anotaron a finales de 2019.

De estos, el déficit por saldo primario está cayendo "con rapidez" a niveles similares a los prepandémicos "en muchos países", pero los déficits totales se han moderado con menos intensidad por el aumento de los pagos por intereses. Aun así, las haciendas públicas recibieron de media un 3,1% extra de ingresos sobre el PIB en los países desarrollados, un 0,6% más de los que registraron las naciones en desarrollo y emergentes. El FMI ha señalado que estos ingresos "caídos del cielo" fueron mayores en los países exportadores de petróleo.

A pesar de esto, el FMI ha explicado que las "dinámicas de deuda" en los países emergentes y de bajos ingresos con altos ratios de deuda en divisas extranjeras han empeorado por la depreciación de las monedas y las subidas de tipos de interés.

En cuanto al medio plazo, los déficits fiscales estarán por encima de los niveles prepandemia. De su lado, persistirá una "considerable incertidumbre" en materia fiscal. El FMI ha estimado que ni el crecimiento nominal del PIB, que se ralentizará, ni el endurecimiento "gradual y moderado" en política fiscal serán suficientes para contener el alza de ratios de deuda pública. "Aún no sabemos cómo será la nueva normalidad en las finanzas públicas", ha resumido Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, en una rueda de prensa.

Gaspar se ha referido al déficit estadounidense, que estará por encima del 5% del PIB durante el periodo de 2023 al 2028. La deuda contraída por la primera potencia mundial crecerá a un ritmo del 3% a partir de 2023. "Aproximadamente al doble de velocidad que las estimaciones anteriores a la pandemia", ha explicado. El FMI ha pronosticado que la deuda supere el 135% del PIB. Por otro lado, la deuda de China se duplicará respecto a las cifras prepandemia, y, en 2028, "prácticamente superará el 100%".

PROTECCIÓN DE LOS VULNERABLES Y OTROS DESAFÍOS

El FMI ha instado a tomar políticas fiscales restrictivas que complementen los esfuerzos de los bancos centrales por devolver a la inflación al entorno del 2%, pero, también, que se proteja a la población más vulnerable.

El FMI también ha recordado que tanto la política monetaria como la fiscal se han endurecido en casi el 75% de los países en 2022 en un contexto de alta inflación y tras la finalización de los estímulos económicos implementados durante la pandemia. "Este viraje se ha producido en un entorno de alta volatilidad", ha dicho. A esto se sumó una "crisis por el coste de la vida", la guerra de Ucrania e inestabilidad en el sector financiero.

Así, a pesar de que los hogares y las economías nacionales han resistido tras ser apoyados por sus gobiernos, estos eventos han "revertido los avances en reducción de la pobreza", alejando más allá de 2030 el objetivo mundial de eliminar la pobreza extrema. Además, el menor margen de maniobra para ejecutar políticas fiscales y los altos costes de financiación para los países en desarrollo han obstaculizado el progreso en otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El FMI ha recalcado que persisten otros desafíos como son el cambio climático y el envejecimiento de la población. Retos, dice el FMI, "que se han intensificado" y que serán objeto de análisis en el futuro por la institución.