Las elecciones internas para elegir candidato único por partido a la Presidencia de la República han culminado. En lo fundamental las encuestadoras acertaron el orden de los candidatos, aunque con un nivel de precisión bastante diferente. Ellos harán su propio análisis, pero mejoraron en relación al 2014. Se abre una nueva etapa hasta octubre y noviembre de este año. Y para esto las Internas han sido muy importantes, pero no son un resultado precosido y pronto, aunque hay que tratar de leer las tendencias y no solo describir lo obvio. Votaron el 40% de los hablitados en medio de un clima político muy poco entusiasta, sobre todo en el Frente Amplio, que se reflejó en los resultados. En el año 2014 el FA obtuvo 301.972 votos y el 34,57% del total, en estas elecciones obtuvo 255.072 votos y el 26.80%. De los grandes partidos fue el que obtuvo el peor resultado en cifras absolutas y en porcentaje, perdio e, 7.77% del total del electorado.

El partido que más creció, porque no existía en el 2014, fue Cabildo Abierto de Guido Manini Rios con 46.687 votos con el 4.90%, luego viene el Partido Colorado que obtuvo 181.384 votos con el 19,51% (En el 2014 con 140.099 y el 16,04%) creció un 3.47%). El Partido Nacional que obtuvo el primer lugar en los resultados con 448.132 votos con 47.07%, en el 2014 había logrado 418.195 votos y el 47,88% de porcentaje) creció en votos y se mantuvo en el porcentaje. Las elecciones no son en mar de estadísticas y datos, para su lectura requieren afinar la inteligencia política y sobre todo proyectar las tendencias y las señales que emiten.

Es cierto faltan 4 meses y luego 4 semanas de campañas electorales, pero algunas concluciones hay que sacar, hay que arriesgarse, hay que hacer prospectiva y no solo describir los hechos y las cifras. Lacalle Pou con su formula con Beatriz Argimon es la fórmula que tiene hoy en día las mayores posibilidades de ganar las próximas elecciones, combinando octubre y noviembre y, para ello más que el resultado de las internas, que es un termómetro hay que analizar los síntomas. El gobierno actual tiene serías dificultades, una caida constante del prestigio y el apoyo ciudadano y no hay ninguna señal de que eso mejorará. Y todo a pesar de que empleó un enorme volumen de minutos de televisión y radio (gratuitos) para hacer su campaña de difusión y publicidad. Los hechos le van mal y el discurso no existe.

Lacalle Pou derrotó en toda la linea y con la ayuda de los otros candidatos blancos, en particular de Larrañaga a Juan Sartori, sus millones de dólares de dudosa procedencia, su equipo de mala práctica electoral totalmente importado. Sartori es uno de los mayores fracasos y derrotas de las internas. La proporción entre el costo y el resultado, es el peor de todos. Lacalle además está afinando sin duda su discurso y lo demostró la noche misma de las elecciones. Para los fanáticos: esto no cambia las opiniones que yo pueda tener sobre sus opiniones y su programa, es un analisis del proceso electoral.

Ernesto Talvi es otro gran triunfador, surgió del costado del Partido Colorado, se batió contra la principal figura de la historia colorada de los últimos 45 años y la derrotó por un margen mucho mayor del que previeron todas las encuestadoras. Tiene discurso, hizo una excelente campaña y tiene baja resistencia en el electorado. Es economista y habla con conocimiento sobre un tema muy sensible y aunque discrepe con muchos enfoques, sabe y fundamenta lo que dice. Puede seguir siendo una figura en ascenso en el conjunto del espectro político. Tiene una dura disputa con el PN y con Cabildo Abierto, pero juega en toda la cancha. Y sin VAR...

La votación de Manini Rios demuestra que en este tiempo de intereses sectoriales por encima incluso de ideologías e ideales, tener un programa bien claro, con un sector socio-profesional (los militares) que te apoyan con todo, es una buena base, no para garantizar el triunfo ni mucho menos, pero para sacar dos senadores... Lo cierto es que sumando, sumando las diversas fuerzas tradicionales, las posibilidades que en noviembre en el balotaje el FA pierda las elecciones son muy altas. Mucho más altas que antes de las internas. El resultado en el FA, mostró a Daniel Mártinez que fue el candidato que sacó menos votos de los vaticinados por todas las encuestas, con el 42% y sin despertar ningún tipo de entusiasmo. La estrategía de emparejar a los 4 pre candidatos no dio ningún resultado, el Frente bajó casi 50 mil votos y casi 8% de los votos en relación al 2014.

No es solo la campaña, ni los candidatos, es la situación y el descontento de la gente. Pero además el mensaje del actual oficialismo es extremadamente pobre, sin horizontes, sin otro objetivo que el 4to gobierno. Y con el nivel de movilización popular más bajo desde hace muchas décadas, ni que hablar que desde 1971. Los 4 todos juntos y emparejados no funcionó, porque no reflejaban la realidad, era una pose, porque todos sabemos que los que piensan, lo hacen con grandes diferencias que nunca fueron un freno para el FA, al contrario. Se camufló el debate ideológico. Los aparatos ya no tienen el mismo peso y Oscar Andrade el único que logró superar las previsiones de las encuestadoras, aunque no alcanzó a Carolina Cosse, lo hizo fundamentalmente por su discurso, sus debates, su capacidad y no solo por el aparato.

Los "otros" sectores del FA, el FLS en primer lugar salieron realmente debilitados. Y es por ese flanco que el FA perdió la mayor cantidad de votos. Cuando tengamos la votación por zonas sociales-culturales y geográficas podremos apreciarlo mucho mejor. Ah, y si logramos saber como fueron los resultados de los diversos sectores dentro del FA. Algunos que ya habían vendido el alma al diablo para asegurarse un lugarcito en un posible gobierno de la actual oposición, obtuvieron revolcones más que notorios, perdieron más de la mitad de los votos en relación al 2014 y sacarse el polvo del 7mo lugar en la carrera electoral les costará un gran esfuerzo. Si lo logran. Es que a la gente en general castiga las mezquindades y los silbidos de los pitos.

Los uruguayos seguimos siendo un país politizado, partidizado, con bases cívicas sólidas y serias que no es fácil llevarse por delante con recetas "tecnológicas y de dudosa moral. Las aprovechamos para contener la caida en la participación electoral que se venía produciendo en las internas de manera constante. Y les dimos una buena lección. Lo que está claro es que el gobierno que asuma el 1 de marzo del 2020 tendrá que zurcir muy fino, tener una gran capacidad política y afrontar una situación que no es de crisis, pero que tampoco es de bonanza. La política sigue siendo la única herramienta disponible.

ESTEBAN VALENTI