Sabina Orellana Cruz, una mujer de etnia quechua, juró como ministra de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización de Bolivia, en un acto en el que llamó a terminar con el racismo.

Le tomó juramento el presidente del país, el socialista Luis Arce, quien resaltó la importancia de ese ministerio, que había sido cancelado por la administración de la mandataria interina Jeanine Añez.

"Yo soy una mujer orgullosa de mis raíces porque soy quechua, y todas y todos debemos sentirnos orgullosos y orgullosas de ser de raíces indígenas", afirmó Orellana, en el acto protocolar.

Los quechuas Quechua son un pueblo originario de la Cordillera de los Andes y actualmente poseen asentamientos en Perú, Bolivia, Ecuador y en menor medida en Argentina, Chile y Colombia. En Bolivia se estima que hay un millón y medio de miembros de esta etnia.

"Trabajaremos desde las artes y la cultura, del oriente y el occidente, del campo y la ciudad, trabajaremos unidos, les pido darme la oportunidad para trabajar por una gestión cultural colectiva y diversa, en beneficio de nuestro pueblo de Bolivia", enfatizó Orellana. Todos los bolivianos debemos sentirnos orgullosos "de ser y de llevar nuestras polleras, nuestras abarcas, nuestros sombreros, nuestros ch'ullus", además de hablar en lenguas de las 36 nacionalidades que componen el Estado Plurinacional, ya que esas "son nuestras raíces", subrayó enfática.

"Acabar con el racismo es una responsabilidad de todos y todas, avanzar hacia una convivencia pacífica donde nadie vea a una mujer o a un hombre como inferior por ser distinto, somos diversos como los colores de nuestra wiphala", enfatizó en referencia a la bandera cuadrangular de siete colores, usada originalmente por algunos pueblos andinos.

También llamó a construir "una patria descolonizada, despatriarcalizada, orgullosa de sus raíces y de su gran riqueza cultural". "Siento que esa será la mejor herencia para nuestros hijos e hijas que viven en el Estado Plurinacional de Bolivia", remarcó.