Unos 35 mil pingüinos están en peligro de extinción por desechos contaminantes de la industria pesquera en la provincia argentina de Santa Cruz, mientras 500 nidos de esas aves fueron arrasados en Chubut, según denuncias de ambientalistas y autoridades.
El primero de los casos ocurre en las colonias de pingüinos de Penacho Amarillo y Magallanes de Puerto Deseado que arriban en esta época del año a esa zona costera y están en peligro de desaparecer porque compañías pesqueras arrojan líquidos contaminados sin tratar al mar, lo que impacta en la zona costera y en la ría (penetración del mar en la costa) de ese lugar.
Según denuncian ambientalistas, la ría de Puerto Deseado presenta una tonalidad en el agua anaranjada, lo que implica alta contaminación y toxicidad.
"Hemos realizado un muestreo y análisis de laboratorio de los efluentes industriales pesqueros que se vuelcan en el agua de la ría y encontramos que se superan los límites permisibles establecidos en la norma de los parámetros:, DBO5 (demanda biológica de oxígeno), DQO (demanda química de oxígeno), grasas-aceites, sólidos sedimentables y nutrientes", dijo a la prensa local Débora De Monte, experta en ambiente y exsubsecretaria de esos asuntos en la municipalidad local.
Las muestras analizadas, según detalló la experta, arrojaron valores alarmantes de bacterias coliformes, lo que resultan "una prueba química irrefutable que habla del estado de afectación del agua y resulta gravoso para el equilibrio del ecosistema del lugar". Esto genera "infecciones por microorganismos patógenos, modificación de la vida acuática por disminución del oxígeno disuelto, generación de olores desagradables y alteraciones estéticas por la presencia de espumas, turbidez y color en el cuerpo de agua receptor de los efluentes", amplió De Monte.
El pingüino de Penacho Amarillo -el mismo de la película "Surf's up"- se distingue por tener una ceja larga de color amarillo brillante y ojos rojos.
Durante la primavera austral, la localidad de Puerto Deseado tiene el privilegio de ser el único anfitrión de los pingüinos y es posible acercarse, tomar fotos y disfrutar de ellos.
Se trata de una colonia de aproximadamente 35 mil pingüinos de las especies Penacho Amarillo y de Magallanes que se agrupan en una de las áreas naturales protegidas por la provincia de Santa Cruz, ubicada a unos 20 kilómetros del centro urbano y accesible con una breve y fascinante navegación.
La contaminación de la ría por el volcado ilegal de las empresas pesqueras que buscan evitar el costo (bajísimo) del tratamiento de sus residuos, tal como lo exige la ley es tal que según trascendió en el mes de agosto, cuando la Secretaria de Estado de Ambiente de Santa Cruz junto con la Subsecretaría de ambiente Municipal fiscalizó las tareas de muestreo de efluentes en las plantas pesqueras.
La inacción de las autoridades en la ría Deseado, según el Municipio y la Provincia de Santa Cruz, se debe a que es jurisdicción del Consejo Agrario Provincial o, peor aún, que deben darse más plazos para que la industria corrija su conducta contaminante.
Por otra parte, en Chubut, otra provincia patagónica de Argentina, la gobernación presentó una denuncia penal por la matanza de cientos de pingüinos de la especia Magallanes en un campo lindero a la reserva de Punta Tombo, un santuario natural que anida una de las mayores colonias del planeta de esta especie protegida.
El hecho ocurrió en un campo vecino al norte con la reserva que comprende un área de 210 hectáreas de estepa patagónica sobre la costa atlántica de la provincia de Chubut, a unos 1.500 km al sur de Buenos Aires.
Topadoras aplastaron centenares de nidos para la apertura de un camino rural en tanto se constató la electrificación de alambrados, lo que perturba el tránsito de los pingüinos hacia el mar y afecta su ciclo natural de alimentación, informó la gobernación.
Se arrasaron impiadosamente 146 nidos con dos huevos por cada pareja y serían alrededor de 500 animales que se pueden ver afectados, más los que no puedan cruzar el alambrado, lo que provoca en algunos pichones su muerte por inanición.
La reserva de Punta Tombo alberga una de las colonias de aves marinas más diversas de Argentina. La de pingüinos alcanza casi medio millón de animales.
En septiembre, con el inicio de la primavera austral, los pingüinos llegan allí para iniciar su ciclo de reproducción en los mismos nidos que dejaron el año anterior.