Por Manuela Tulli

Las Iglesias cristianas presionan al Patriarcado de Moscú, pues, en este momento, aunque Kirill es el único que puede hablar directamente con el presidente ruso Vladimir Putin para detener la guerra, hasta la fecha no hay ninguna toma de posición.
Por ese motivo, obispos y teólogos intervinieron en la medida en que una de las "cifras" del conflicto involucra el hecho de que los dos países son cristianos, en su mayoría ortodoxos, con muchos fieles que son practicantes.
El Papa Francisco, entretanto, se pronunció hoy otra vez por la paz y le pidió a Dios que escuche la oración de "los que sufren y huyen bajo el estruendo de las armas".
"Devuelve la paz en los corazones", escribió en 11 idiomas, incluyendo ruso y ucraniano, en Twitter.
Y luego llegó desde la Santa Sede la solicitud de un cese inmediato de las hostilidades y el pedido que retornen los caminos de la diplomacia y el diálogo.
Así lo declaró el arzobispo Gabriele Giordano Caccia, observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de Naciones Unidas en Nueva York, al hablar en el "Joint Launch of the Humanitarian Flash Appeal and the Regional Refugee Response Plan for Ukraine", y en la 11ª sesión especial de emergencia de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Los obispos católicos polacos, por su parte, volvieron a dirigir un llamado al patriarca de Moscú Kirill.
"Te pido, hermano, que hagan un llamamiento a Vladimir Putin para acabar con la insensata lucha con el pueblo ucraniano, en la que la que están muriendo personas inocentes, y el sufrimiento no concierne sólo a los militares, sino también a civiles, especialmente mujeres y niños", dijo el arzobispo Stanis?aw G?decki, presidente de la Conferencia Episcopal.
"La guerra es un crimen contra Dios y contra el hombre que merece una condena decisiva e inmediata", sostuvieron, mientras, los obispos católicos bielorrusos, y solicitaron a "aquellos de quienes esto depende que no permitan que nuestro país tome parte en esta guerra".
Por su parte, la Iglesia greco-católica ucraniana hizo un llamamiento a través de 19 teólogos.
Se trata de profesores de teología que vienen de facultades de Estados Unidos, Líbano, Polonia y América del Sur que se asociaron con las iglesias cristianas ucranianas y requirieron detener la "agresión militar rusa" .
Entre las firmas, se encuentra la del reverendo Simon Francis Gaine, de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino "Angelicum" de Roma.
Mientras tanto, los temores también crecen en Georgia.
"La población dice que Georgia será la próxima, recordando la ocupación de Osetia en 2008", aseguró el nuncio del Papa en Tbilisi, el arzobispo portugués José Avelino Bettencourt.