MONTEVIDEO (Uypress) – En su informe semestral para América Latina y el caribe titulado “Consolidar la recuperación”, el Banco Mundial estima que el crecimiento de la economía será un 0,4% menor al proyectado tiempo atrás.

El Banco Mundial estima que el crecimiento de la economía en América Latina y el caribe será 0,4% menos de lo anticipado, alcanzando 2,3% en 2022 y 2,2% el próximo año, de acuerdo al informe semestral para la región presentado este jueves.

"Estas modestas proyecciones colocan al crecimiento regional entre los más bajos del mundo en un momento en que la región enfrenta grandes incertidumbres, como la posible aparición de nuevas variantes del coronavirus, un aumento de la presión inflacionaria y la guerra en Europa, que amenaza la recuperación mundial", se afirma en el comunicado de prensa del organismo multilateral.

"La invasión rusa de Ucrania a fines de febrero de 2022 supone un freno para la recuperación regional", dice el reporte titulado Consolidando la recuperación: aprovechando las oportunidades del crecimiento verde.

El informe enumera una serie de ventajas comparativas, a las que considera un reto hacia el futuro: "La región debe transformar la extracción de estos recursos en clústeres de conocimiento con mayor valor agregado que puedan generar la capacidad doméstica de mantener al sector extractivo en la frontera tecnológica y de sostenibilidad".

Según datos del BM, los países de América Latina y el Caribe perdieron el equivalente a 1,7% producto interno bruto anual a causa de los desastres relacionados con el clima, mientras que unos 5,8 millones de personas están en riesgo de caer en la extrema pobreza en la región para el año 2030. "Hay además problemas estructurales", advierte Bill Maloney. "No hemos recuperado el empleo formal previo a la covid-19, y los 1,5 años de educación perdida implicaría 10% de pérdida de ingresos futuros en los alumnos afectados. Esto es un problema para la movilidad social", Afirma el experto.

"Estamos entre 6% y 7% de inflación, sustancialmente por encima de los rangos de los objetivos de varios países. Esto pone a los hacedores de política en un dilema entre crecimiento e inflación. Si bien a principios del año pasado la inflación estuvo relacionada con la demanda pospandemia, ahora estamos hablando de factores por el lado de la oferta. Eso es un problema más difícil de abordar", expresó.