Foto: storylines.com

Con un millón de dólares, cualquier perdona podrá vivir en un crucero por el resto de su vida, una nueva tendencia y un nuevo rol para esas enormes naves, que buscan adaptarse a los nuevos tiempos.
Como informaron los medios de prensa estadounidenses, la compañía de cruceros Storylines, con sede en Croacia, lanzará un barco residencial denominado MV Narrative a fines de 2024, donde las personas puedan comprar un apartamento y navegar indefinidamente.
El MV Narrative, de hecho, se dividirá en 547 unidades, de uno a cuatro dormitorios, y también habrá penthouses de dos pisos: los más pequeños se pueden comprar por poco menos de un millón de dólares, los más espaciosos cuestan ocho millones de dólares.
Algunos apartamentos también se pueden alquilar con contratos de 24 años (a partir de 600.000 dólares, unos 25.000 al año). Además del precio de compra o alquiler, a cada unidad se cobrará una tarifa anual que oscilará entre 65.000 dólares y 200,000 para cubrir gastos en comidas, servicios y mantenimiento.
Los fundadores de Storylines, Shannon Lee y Alister Punton, aseguran que su objetivo es "ofrecer a los viajeros de todo el mundo la posibilidad de vivir su pasión por la exploración sin renunciar al trabajo, la familia y el hogar", según un comunicado publicado en su web.
El MV Narrative -un enorme barco de 229 metros de eslora y 547- tendrá 18 cubiertas, 20 restaurantes, una biblioteca de alrededor de 10.000 libros, tres piscinas, un jardín, un gimnasio con pista de atletismo y una cervecería.
Además, dada la naturaleza de su oferta, albergará una oficina de correos, un hospital, una escuela, un banco y un espacio de oficinas que se asemejará a una ciudad real. También habrá áreas al aire libre para mascotas.
El barco comenzará su viaje inaugural de mil noches a fines de 2024, durante el cual visitará seis continentes y se detendrá en varios puertos de uno a cinco días cada vez.
Lo realmente curioso del MV Narrative es cómo quiere desplazarse por los océanos. En vez de carburante convencional, sus creadores planean que se impulse con gas natural licuado (GNL), lo que lo convertirá, aseguran, en el primer gran buque de su naturaleza en cumplir ese requisito "ecológico".
"El GNL es la opción más respetuosa con el medio disponible actualmente para propulsar barcos", explica el astillero croata Brodosplit, que proyecta la construcción de la nave y apunta a que el gas licuado no sea la única apuesta del buque para reducir su huella medioambiental.
A bordo, incluirá también tecnología para la conversión de desechos en energía e incluso un jardín hidropónico alimentado por energía solar para cultivos en alta mar.
"El buque estará equipado con varios mecanismos de ahorro de energía, tiene motores de combustible dual (gasoil y GNL) y estará optimizado para la menor emisión de partículas y gases nocivos", abunda en un comunicado el responsable del astillero croata, Tomislav Debeljak.