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ROMA - Ciro Immobile, capitán y goleador histórico de Lazio, fue víctima el miércoles de una agresión cuando llevaba a su hijo de cuatro años a la escuela, situación que se repitió el jueves con su esposa, informó la oficina de prensa del futbolista al dar más precisiones de los hechos denunciados esta mañana.
Inicialmente, se había informado que Immobile, su esposa e hijo habían sido objeto de una "agresión verbal y física" por parte de un grupo de personas hoy por la mañana, pero ahora se sabe que se trató de dos hechos independientes el uno del otro.

Situación que algunos atribuyen a la drástica renuncia de Maurizio Sarri como DT del plantel de Lazio y que el delantero ante las autoridades porque -explicó su oficina de prensa, Scarlott Company- "la instigación al odio, que además es gratuita, representa un delito y debe ser castigado".
Según el comunicado, quienes instigan al odio contra el goledor son algunos medios de prensa y periodistas en las redes sociales que le atribuyen a Immobile la responsabilidad por la salida del veterano entrenador al realizar "reconstrucciones de los hechos alejadas de la realidad".
Immobile también denunciará penalmente a los responsables de estas versiones por "difamación" debido al mal momento que debió atravesar su esposa Jessica y el que él había vivido junto con su hijo Mattia.
"Tras lo sucedido, el futbolista ordenó a sus abogados iniciar acciones ante la justicia penal contra los responsables de propagar afirmaciones gravemente difamatorias y dañinas contra la imagen profesional y personal del deportista".
La Asociación Italiana de Fútbolistas (AIC), el sindicato que nuclea a los profesionales de este deporte, expresó de inmediato su solidaridad y cercanía con Immobile y con su familia.
"Se trata de un acto grave de intimidación que pudo haber tenido gravísimas consecuencias. Esperamos que las autoridades aclaren de inmediato este hecho", destacó la entidad al responder a la noticia original que mencionaba una única agresión.
"Las derrotas y las victorias son parte de esta cultura del fútbol, pero lo que no podemos acostumbrarnos a considerar como algo normal son las agresiones. Tolerar este tipo de comportamientos significaría dejar de lado los valores de nuestro deporte", agregó la nota de la AIC. (