Los líderes de la Unión Europea acordaron el viernes acelerar la firma del acuerdo comercial con Mercosur, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, insiste en que no apoyará la versión actual del tratado.
En una rueda de prensa al término de la cumbre de la UE en Bruselas, el canciller alemán, Friedrich Merz, reveló que los países miembros del bloque estaban de acuerdo "en principio" con el acuerdo.
"En cualquier caso, ninguno de los jefes de Estado o de gobierno planteó objeciones fundamentales a que coincidamos en principio en la necesidad de adoptar el acuerdo con Mercosur lo antes posible", declaró Merz.
El presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, enfatizó que "aún quedan pequeños problemas aquí y allá, pero en realidad son solo pequeños problemas" y reiteró que, para el sector agrícola, cuyas importaciones se estabilizarán en porcentajes de un solo dígito, esto no representa una amenaza grave para el mercado agrícola de ningún país de la Unión Europea.
"Queremos llegar a una conclusión lo antes posible.
Porque la conclusión del acuerdo con Mercosur también es, naturalmente, objeto de atención mundial", declaró el portugués.
Al cuestionar la rapidez con la que los europeos avanzan con nuevos acuerdos, dada la situación global, Costa explicó que "estamos hablando de nuevos acuerdos", señalando que este lleva 20 años en marcha.
Desde 1999, el Mercosur y la Unión Europea han trabajado en la construcción de un acuerdo de libre comercio entre ambos bloques.
Sin embargo, este se anunció en diciembre del año pasado y aún debe ser firmado y ratificado por las partes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha declarado en repetidas ocasiones que el acuerdo debe mejorarse para su aprobación, ya que representa un riesgo para los agricultores europeos, quienes "deben ser protegidos".
Hoy, incluso ha vuelto a defender un ajuste. "Respecto al Mercosur, fui claro hace meses: el acuerdo, tal como se negoció, no puede ser apoyado por Francia", enfatizó, justificando que el documento "no es coherente con nuestras ambiciones ambientales y políticas".
Macron aseguró estar "a favor de los acuerdos comerciales, pero deben ser justos y coherentes. No podemos tener objetivos climáticos ambiciosos, exigir a nuestros productores un esfuerzo y luego firmar acuerdos que van en la dirección contraria. Lo que queremos no es modificarlo, sino enriquecerlo".
Finalmente, recordó que varios Estados apoyan el acuerdo, pero insistió en la necesidad de "mecanismos de protección para los mercados agrícolas esenciales, cláusulas de salvaguardia reales".
El primer ministro belga, Bart De Wever, también afirmó que "existen preocupaciones, incluso en el gobierno", sobre el acuerdo comercial con Mercosur. "Estamos a favor de los acuerdos de libre comercio, pero persisten las preocupaciones, así que decir que Bélgica, en este momento, está dispuesta a afirmar que se puede avanzar es un poco exagerado.
Sin embargo, observo que hay consenso en la mesa europea para decir que, en realidad, necesitamos avanzar hacia tratados como este", declaró el líder belga. Según De Wever, ahora es necesario "avanzar, resolver los problemas, encontrar maneras de tranquilizar a nuestros agricultores, porque somos conscientes de que existen preocupaciones". "Si tenemos éxito, si tenemos éxito, valdrá la pena firmar el acuerdo", concluyó.