MONTEVIDEO (Uypress/ Esteban Valenti) - Con los sucesos del 17 de octubre de 1945, la liberación de Perón y su discurso desde los balcones de la Casa Rosada, nacía otra Argentina y se cavaba la grieta que ha dividido esa nación por 75 años, solo interrumpidos por las tragedias de los golpes de estado. De un lado el peronismo en sus múltiples variables y su enorme plasticidad, del otro una alianza variopinta y amorfa de radicales, la derecha militar y civil tradicional, los socialistas, los comunistas y la iglesia católica. Con una mujer, Eva Duarte, que jugó en sus pocos años de vida un papel fundamental. Cuando una parte de los manifestantes venidos de todos los barrios obreros de la capital y de la provincia de Buenos Aires y en huelga en todo el país, se concentraron frente al Hospital Militar donde había sido trasladado Perón desde su prisión en la isla Martín García, reclamaba que el ex ministro de Guerra y de Trabajo y Previsión les hablara y el gobierno militar del general Edelmiro Julián Farrell, no pudo soportar más la presión de medio millón de personas en las calles, Perón dudaba y se paseaba hecho un manojo de nervios por la habitación y fue Eva que le gritó "¡ Vestite cagón !" Parece que esa nueva muestra de liderazgo no solo influyó de manera muy importante en la historia política de la Argentina, Perón y Eva se casaron cinco días después... La enorme manifestación concentrada ya frente a la casa Rosada y nunca antes vista en una Argentina con una escasa población desparramada por su enorme territorio, estaba compuesta en su abrumadora mayoría por esa clase obrera que había nacido a partir de los años 30 con el proceso de industrialización, con las grandes corrientes migratorias venidas desde el interior "los descamisados" que habitaban amplias zonas del sur de la capital y del Gran Buenos Aires. Tenían una sola consigna, con todas sus consecuencias: ¡que liberen a Perón! Antes de hablar pasadas las 10 de la noche desde los balcones de la casa de gobierno, que utilizarán para sus oratorias en tantas oportunidades, Perón le impuso, pactó con Farrell la convocaría a elecciones en seis meses. Fue acordado, mejor dicho impuesto por la gente en la calle, con un apretón de manos entre Perón el líder naciente de los trabajadores y del pueblo humilde y los generales que habían gobernado el país, en una danza de nombres infame durante varios años. Perón fue liberado y en las elecciones de febrero de 1946 Perón obtuvo el 52.84% mientras que el candidato de la Unión Patriótica el radical José Tamborini alcanzó el 48,3% de los votos. Con una población total de 15,893,811 habitantes, había 3.405.173 inscriptos, fue la última vez que votaron solo los hombres pues a partir de 1947 se habilitó el voto femenino, y los votantes fueron en total 2,839,487. El triunfo de Perón fue no solo contra la Unión Patriótica sino contra la Embajada de los Estados Unidos involucrada directamente en todo el proceso. Una de las consignas centrales utilizada durante la campaña fue Braden o Perón. Por el nombre del embajador norteamericano y accionista nada menos que de la UnitedFruit. La brecha histórica generó alguno de los fenómenos políticos e ideológicos más complejos y contradictorios del mundo. El peronismo, con Perón vivo, es el único partido o movimiento que dentro de sus filas tuvo fracciones armadas de extrema izquierda (Montoneros y otros) y de extrema derecha nazi (La Alianza Nacionalista y la Triple A) que se mataron despiadadamente entre ellos y asesinaron a muchos argentinos. La fractura en la sociedad argentina dura hasta nuestros días, y el peronismo por el que desfilaron todo tipo de personas con posiciones muy diversas tanto a nivel nacional como provincial sigue siendo el eje de todos los procesos políticos electorales. Desde la salida de la cruel dictadura en 1983 también volvió a ocupar en todas las elecciones una posición central, ganando la mayoría de ellas y luego de tres gobiernos sucesivos de los Kirchner (proclamados peronistas) y con la interrupción del gobierno de Mauricio Macri, volvieron al poder de la mano de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Kirchner. La historia de aquella jornada fue recogida en muchos libros de historia y en novelas. Una de las principales víctimas de esa grieta, que nunca logró comprender el fenómeno del peronismo, fue la izquierda socialista y comunista argentina, totalmente marginal del movimiento sindical e incluso del proceso político. La más alta investidura conseguida, fue por parte del socialista Hermes Binner que fue el 82.º gobernador de la provincia de Santa Fe (de 2007 a 2011), el primer integrante de ese partido que ocupó un cargo de este nivel en la historia de la Argentina. Tres días antes de los hechos del 17 de octubre Juan Domingo Perón le escribía desde su prisión en la isla Martín García a Eva Duarte. "Mi tesoro adorado (...) Hoy sé cuánto te quiero y que no puedo vivir sin vos". (...) Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos. (...) De casa me trasladaron a Martín García y aquí estoy no sé por qué y sin que me hayan dicho nada. ¿Qué me decís de Farrell y de Ávalos? Dos sinvergüenzas con el amigo. Así es la vida. (...) Te encargo le digas a Mercante que hable con Farrell para ver si me dejan tranquilo y nos vamos al Chubut los dos (...)". Como puede verse incluso por este texto, fue la combinación de dos factores que impulsó el nacimiento del Justicialismo, de esta Argentina y de la grieta (el antiperonismo), por un lado las grandes mayorías populares y obreras movilizadas que sin duda jugaron un papel fundamental y del otro Eva Duarte, con una determinación y una voluntad a toda prueba. La carta enviada por Perón no muestra por cierto planes de perpetuarse en la política o disputar el poder. También por ello se explica la crueldad de sectores de la oposición antiperonista, cuando pintaban estas consignas por la muerte de Eva Duarte de Perón, a los 33 años en julio de 1952. Eva sigue siendo la mujer más polémica y más amada de la Argentina. A 68 años de su muerte.