Al igual que muchas frutas y verduras comúnmente cultivadas, los aguacates están amenazados por el cambio climático, pero un grupo de científicos estadounidenses asegura haber hallado el genoma de la palta y de esa manera lograr salvarla. Un informe reciente predice que para el año 2050, las altas temperaturas y la reducción de las precipitaciones en California reducirán drásticamente los rendimientos de esta fruta tan popular a nivel mundial, que prospera en temperaturas y humedad moderadas. Pero en un hecho que podría ayudar a calmar los temores de aquellos que prevén un mundo lleno de sustitutos del guacamole (como el squashamole), los científicos anunciaron esta semana que habían logrado secuenciar con éxito el genoma del aguacate. El logro, obtenido después de años de trabajo de científicos en los Estados Unidos y México, se considera un paso clave en los esfuerzos por desarrollar variedades de aguacate que prosperen ante las condiciones ambientales cambiantes. Especialmente en California y México, que producen la mayor parte de los 2.4 billones de libras de aguacates consumidos en los Estados Unidos cada año. "Un genoma de aguacate allana el camino para mapear, comprender y utilizar el conocimiento de los genes de resistencia a enfermedades para producir aguacates más resistentes", explicó Victor Albert, biólogo de la Universidad de Buffalo en Nueva York y uno de los científicos involucrados en la secuenciación. "Quizás también los que son más resistentes a la sequía, o incluso menos sensibles a las temperaturas", continuó. Para la investigación, publicada esta semana en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, Albert y sus colegas de la Universidad Tecnológica de Texas en Lubbock, junto con el Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad en Irapuato, México, utilizaron equipos de secuencia computarizados para descifrar el ADN de variedades de aguacate. Entre esas variedades está la popular variedad Hass que se encuentra en los supermercados de Estados Unidos. La investigación reveló genes duplicados que sugieren que las frutas de pulpa verde se habían adaptado a diversas enfermedades en el pasado. Lo más importante para los amantes de la fruta mantecosa es que algún día un subconjunto de esos genes podría explotarse para desarrollar variedades de aguacate que sean más capaces de resistir infecciones fúngicas y condiciones ambientales extremas. Michael Gribskov, biólogo de la Universidad de Purdue en West Lafayette, Indiana, que no participó en la investigación, dijo que el trabajo de este tipo será vital para salvaguardar el futuro del aguacate, pero agregó que la secuencia es solo el primer paso en lo que será un esfuerzo extendido. En los últimos años, los científicos han logrado secuencias los genomas de los granos de café Arábica, los guisantes negros y el trigo, cuyo genoma famoso es masivamente cinco veces más grande que el nuestro.