Es evidente que una pérdida de trabajo para casi 500 millones de personas (solamente 130: en el sector turismo), la estrepitosa caída de los PBI del planeta, los contagios, las muertes, las vacunas, las pálidas y la muerte de millones de empresas, contrastan con las e-commerce. Este sector venía creciendo lentamente desde principio de siglo, cuando Internet comenzaba a ocupar espacios de compra-venta inexistentes hasta los últimos años del siglo pasado. Su crecimiento era constante y comenzaba una migración laboral cada vez mayor hasta que, en 2015 aproximadamente, las ventas por Internet alcanzaban el 10% del total…...es muchísimo. Ese 10% había que sacárselo al comercio convencional y a los shoppings. Desde ese año, inexorablemente, el e-commerce se había convertido un enemigo mortal para millones de comercios. El comercio electrónico es más antiguo de lo que creemos. En 1974, por ejemplo, el Laboratorio de Lenguaje Artificial de la Universidad Pública de Míchigan desarrolló un sistema para que una computadora pudiera comprar por teléfono: consistía en un sintetizador de voz que convertía en sonidos el texto que se tecleaba, como si fuera una prótesis fónica. La primera llamada fue a Domino’s, pero el dependiente colgó; la segunda, a la pizzería Mr. Mike’s, sí tuvo éxito. Desde entonces, el comercio electrónico no ha dejado de crecer, hasta concebir gigantescas tiendas en línea como Amazon. El primer grande que se desarrolló hasta hoy alcanzar una de las 3 empresas más grandes del mundo, fue justamente Amazón. Jeff Bezos, su fundador, quería vender libros a través de esos primeros intentos de comunicación exclusivos para una clase media-alta. El éxito fue tan grande que, en menos de 10 años, solamente en el Reino Unido, había cerrado casi la mitad de las librerías de todo el país. Hoy Amazon tiene una plantilla de 1 millón de empleados y una facturación muy superior a nuestro PBI. ¿que cambió en la pandemia? En 2020 Amazon tuvo que contratar cerca de 150.000 nuevos empleados. Tiene oficinas en 50 ciudades y más de 100 depósitos con 100.000 mq. cada uno y de motus propio subió el sueldo en un 16% a todos sus empleados! Ya en 2016 en USA, donde voy una vez por año, menos en pandemia, se veían los enormes Shopping Centers despoblados. En 2019, en el famoso Dolphin’s de Miami, ya, los clientes, se contaban con los dedos de una sola mano. Los e-commerce también cambiaron su aspecto y comenzaron a cerrar sus oficinas. ¿oficinas? ¿para que? Si con un celular y una PC puedo hacer lo mismo y encima nadie sale a la calle por medidas de cada gobierno? Todos los deliverys tampoco precisan oficinas, así como cualquier empresa de e-commerce y las de alta tecnología como Oracle o Google. En toda esta locura de cambio, están perdiendo terreno también los “call centers” que, en los últimos años, solamente atienden llamadas de personas con más de 50 años según las últimas estadísticas. Las e-commerce no precisan espacio físico real. Trabajan diseñadores gráficos, programadores y una pequeña parte administrativa y las reuniones presenciales son cada vez más inutiles. El mundo cambió totalmente y si no nos damos cuenta, corremos el peligro de desaparecer.