El presidente brasileño Jair Bolsonaro, flamante titular Pro Témpore del Mercosur, coincidió hoy con su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, en "flexibilizar" los criterios para firmar acuerdos extra-zona, y defendió un bloque guiado por los principios de la libertad y la prosperidad.

Bolsonaro criticó la gestión de su colega argentino, Alberto Fernández, al frente del bloque regional, quien hoy le entregó el mando provisional por seis meses.
"Estoy convencido de que el Mercosur debe desempeñar un papel fundamental, necesitamos transformarlo en instrumento efectivo de la libertad y la prosperidad de nuestros pueblos", puntualizó el gobernante brasileño.

Lo afirmó durante en la 58a. Cumbre de Presidentes del Mercosur realizada este jueves de forma virtual debido a la pandemia del coronavirus.

"El foco de Brasil es modernizar la agenda económica del Mercosur (...), persistiremos en ese camino durante el ejercicio de la presidencia Pro Témpore", continuó Bolsonaro.
"Los dos temas que movilizan nuestros esfuerzos son la revisión de la Tarifa Externa Común y la adopción de flexibilidades para las negociaciones de acuerdos comerciales con socios externos", destacó.
Bolsonaro y su ministro de Economía han defendido desde hace años la supresión de la norma que impone el acuerdo de todos los miembros del Mercosur para la firma de un tratado de libre comercio con otro país o bloque.
El mandatario llegó a expresar, tiempo atrás, su intención de acordar unilateralmente un pacto de libre comercio con Estados Unidos, propuesta que no fue mencionada en la cumbre de este jueves.

Bolsonaro también cuestionó hoy la actual Tarifa Externa Común impuesta a productos y servicios procedentes de terceros países.

Al respecto propuso la eliminación de "trabas" que afectan la llegada de "más emprendimientos y productos más baratos" al Mercosur.
La propuesta brasileña se mostró afinada a con la del líder uruguayo, Luis Lacalles Pou, quien había conversado sobre este tema con Bolsonaro hace 5 meses en Brasilia.
"Uruguay quiere avanzar con el Mercosur, (juntos) tenemos más fuerza, más dimensión y más poder negociador con el mundo", subrayó Lacalle Pou.
Y a renglón seguido declaró que su decisión es firmar pactos unilaterales más allá del parecer de los otros miembros del grupo sudamericano.
"El mundo va muy rápido y Uruguay va para allá (..) vamos a respetar el ordenamiento jurídico vigente en el Mercosur, y al amparo de ese ordenamiento nuestro canciller (Francisco Bustillo Bonasso) ya ha comunicado que Uruguay pretende avanzar con otros países en materia tratados" de libre comercio.
La cumbre también contó con la presencia virtual de Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay , que es el cuarto miembro pleno del grupo sudamericano.
Además estuvieron los mandatarios de Estados asociados, como el chileno Sebastián Piñera; el ecuatoriano Guillermo Lasso, e Irfaan Ali, de Guayana.
La reunión contó con la participación del vicepresidente de Bolivia, David Choquehuanca; y Adela Maestre, la directora de Mecanismo de Concertación e Integración del gobierno colombiano.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, planteó una postura discrepante a las tesis de Brasil y Uruguay respecto de la flexibilización de los criterios para firmar pactos extra-zona.

Fernández recalcó que el bloque está abierto al mundo, "con negociaciones activas con siete contrapartes que comprenden 36 naciones".

Pero "creemos que el camino es cumplir con el Tratado de Asunción: negociar juntos con terceros países o bloques y respetar la figura del consenso como base en la toma de decisiones en nuestro proceso de integración", observó.
Los planteos del gobierno de Buenos Aires y su gestión Pro Témpore del Mercosur fueron objetadas explícitamente por Bolsonaro. El "semestre que cerró (gestión argentina) dejó de responder a las expectativas modernización", planteó el gobernante brasileño.
Luego, en aparente crítica a Fernández , el presidente brasileño criticó el "apego a visiones arcaicas de signo defensivo", que obstruyen la apertura al mercado global.
Los antagonismos entre Brasilia y Buenos Aires sobre la integración regional son por todos conocidos, así como las diferencias ideológicas entre Bolsonaro y Fernández.
Estas discrepancias entre los dos principales Productos Brutos del Mercosur han generado un impasse en el Mercosur cuya solución no se vislumbra en el corto plazo.