La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, Consuelo Valdés, afirmó hoy que las recién nominadas Momias Chinchorro en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, cuya cultura habitó hace 7.000 años en el norte del país, entregan hoy a la humanidad "un mensaje de la importancia de la vida".

En entrevista con ANSA, la arqueóloga de la Universidad del Norte explicó que "uno muchas veces, cree que las culturas para llegar a este tipo de desarrollo tienen que ser más evolucionadas, pero aquí uno ve una cultura arcaica que llegó a esta sofisticación, de creencia, más allá de la vida".
"Uno piensa que el desarrollo es una línea continua, de más primitivo a más civilizado, pero hay que tener cuidado", observó.
Argumentó enseguida que eran cazadores, recolectores marinos, "grupos pequeños, de no más de 50 personas que vivieron frente a la adversidad" y que, "sin conocer todavía la agricultura, metalurgia, cerámica, tenían esta compleja visión sobre la muerte".
Por eso, acotó, la importancia de esta cultura muestra "uno, como enfrentó la adversidad y también, el respeto por la continuidad de la vida".
"Es un mensaje de la importancia de la vida -recalcó- porque al final lo que uno piensa un poco de todo este proceso de momificación es que la vida sigue.
Además de que es una preparación enormemente sofisticada, iban sacando los huesos y llenando con fibras vegetales, por eso creo que es un homenaje a la vida, que la vida sigue, no obstante, las adversidades y los desafíos, frente a esta aridez. Ellos para la vida diaria tenían sus tecnologías básicas, sus arpones y sus elementos de caza".
Abundó que "es muy interesante ver por los estudios realizados que la momia chinchorro tenía gran cantidad de arsénico, pero no enfermaron porque tenían una dieta rica en antioxidantes".
Además, indicó, las momias se encuentran en "sitios habitacionales, es decir en las viviendas, sobre todo en el valle de Camarones, junto a restos de comida. Eso también te demuestra que quieren estar cerca. La muerte no tiene el significado de despedida, de partida total, que muchas otras culturas lo ven en esa forma. Aquí no, tu vez un acompañamiento afectivo, simbólico".

La ministra contó también que en la sesión del martes en Fozhou (China), donde se reunió el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, hay "un reconocimiento a la momificación artificial más antiguo a la humanidad, es un trabajo a la ciencia, a la antropología, a muchos años de buena investigación".
Consultada por los desafíos futuros, la ministra Valdés mencionó los planes de gestión, "desde luego el de Camarones, que está más aislado, poner en valor, reforzar sitios arqueológicos, también hay algunos proyectos de ampliación de museos, tanto en lo urbano como en el interior".  Pero lo más importante, subrayó, es la "educación patrimonial, que conozcan su valor para que lo conserven y lo cuiden. Educar a los niños y los jóvenes".

Agregó que este reconocimiento no podría haberse lanzado sin la labor de "la Universidad de Tarapacá, las investigaciones del antropólogo Bernardo Arriaza, la arqueóloga Vivien Standen (ambos de la UTA), la cancillería, nuestra delegación en París, además de todos los países que nos apoyaron Brasil, China, Rusia, Egipto, Hungría Tailandia, Arabia Saudita, entre otros" Recordó también "al gran arqueólogo alemán Max Uhle, que a comienzos del siglo pasado hizo los primeros descubrimientos de las momias" en Chinchorro, una playa que está al norte de la ciudad de Arica, a 2.000 kilómetros de Santiago.